Según recoge Lecturas, Mila Ximénez sigue luchando y plantando cara al cáncer de pulmón que le diagnosticaron el pasado mes de junio y lo hace rodeada de todo el amor y la fuerza de sus personas favoritas. Sus compañeros de trabajo, que la han recibido con los brazos abiertos en 'Sálvame', sus hermanos y, por supuesto, su hija Alba Santana. La joven está volcada con su madre y acompañándola durante su tratamiento, un camino que no es fácil pero que están superando juntas.
Esta misma semana, Mila acudía al hospital para seguir con el tratamiento pautado junto a su hija. Ambas, con ropa cómoda y con sus mascarillas, llegaron al centro médico muy tranquilas y salieron cuatro horas después. Una nueva sesión de tratamiento en la que Alba ha estado muy cerca de su madre.
Alba Santana vive fuera de España pero no se ha separado de su madre en ningún momento y cuando ha tenido que estar en casa por sus obligaciones de trabajo y familiares ha estado en permanente contacto con Mila. La propia colaboradora lo contaba en su reaparición en 'Sábado Deluxe' tras un verano agridulce. "Me costó contárselo a Alba, lo último que quería era joderle la vida. Se lo dije una semana después. Se enfadó cuando se lo conté pero me dijo 'tienes que hacer lo que sea, porque a mí me haces muchísima falta'. Con más de treinta y me dijo eso, yo le respondí 'no te voy a fallar, pero ni de coña", relató Mila sin poder evitar las lágrimas.
Mila, toda una campeona, se ha roto pocas veces durante su tratamiento pero sí se ha venido abajo varias veces al hablar de su hija: "Me he pasado la vida protegiéndola, cuando se lo dije hubo un silencio que jamás olvidaré. Su vida se ha tambaleado, la desequilibré". Alba es junto a sus nietos el centro de la vida Mila y el gran impulso para plantar cara a su enfermedad.
