En el terreno personal Irene Rosales pasa un duro momento, suerte que cuenta con el inestimable apoyo de su pareja. El pasado mes de febrero falleció su madre a causa de un cáncer. Una lucha que intentaron llevar de la forma más discreta posible, aunque en alguna ocasión la andaluza se derrumbó en Viva la vida. Durante estos meses de confinamiento se ha preocupado por su padre, a quién no ha dejado solo ni un solo momento. Todos los días acudía a su casa para ver si necesitaba algo.
Finalmente, debido al delicado estado de salud de su progenitor, Irene Rosales y Kiko Rivera, en mutuo acuerdo, han tomado la decisión de traer a vivir al padre de Irene con ellos. De esta forma pueden estar por él con mayor facilidad. “Mi padre se cayó trabajando y lo que tiene es un tumor cerebral. Lleva con él 16 años. A día de hoy es un campeón, un luchador. No es consciente al 100% de lo que pasa, por así decirlo, no es feliz. No es una persona que se pueda valer al 100% por sí misma, pero está con nosotros”, confesó la joven.
Cuando su madre estaba viva era "la esclava de él", contó Irene Rosales. Ahora la colaboradora de Viva la vida se ha volcado en el cuidado de su padre y no lo tiene fácil porque Kiko Rivera tampoco pasa por un buen momento. El DJ volvió a sufrir los efectos de la gota, fruto del exceso de ácido úrico.
Sus seguidores les apoyan en estos momentos tan difíciles y más ahora que han descubierto lo que realmente pasa en casa. De todos modos poco se pronuncian respecto a la enfermedad.