A la luz la "traición" que se esconde tras la aparición televisiva de Irene Rosales

En el fotomontaje Kiko Rivera en una imagen de archivo y su expareja Irene Rosales este lunes durante su entrevista en Antena 3
Irene Rosales, ese oscuro objeto del deseo: Sonsoles Ónega se lleva el trofeo y ficha a la ex de Kiko Rivera tras una batalla con Mediaset

Según recoge Informalia, como en aquella película de Buñuel titulada Ese oscuro objeto del deseo (con Fernando Rey, Carole Bouquet y Ángela Molina), Irene Rosales se montó este lunes en un tren para contar su historia sentimental. Pero, salvando la distancia, Irene era un objetivo de más cadenas, un reclamo interesante en estos tiempos de terrible competencia por las audiencias. Desde que el pasado mes de agosto se supo que Irene Rosales y Kiko Rivera habían decidido separarse de mutuo acuerdo y tras varios años de matrimonio, las ofertas de dinero no han dejado de lloverles.

Revistas, productoras y programas de televisión querían hacerse con el testimonio más buscado. Pero no solo un testimonio, a falta de confirmación, dicen que Sonsoles retendrá a Irene en Antena 3. Este lunes, el programa de Atresmedia sacó casi 4 puntos al de Joaquín Prat en cuota de pantalla y dejó El diario de Jorge por debajo del 9%. Ésta es la intrahistoria de un fichaje muy trabajado.

La ruptura de uno de los matrimonios más mediáticos del panorama social prometía titulares, peleas y una nueva oportunidad de negocio en la maquinaria televisiva del corazón. Sin embargo, desde casi el primer momento, las posiciones de ambos fueron muy diferentes. Mientras Kiko optaba por el silencio —quizá cansado de la exposición mediática que le ha acompañado durante toda su vida y respaldado por su actual solvencia económica—, Irene se mostraba mucho más dispuesta a contar su historia. Y no es extraño. La que fuera nuera de Isabel Pantoja afronta ahora un futuro económico más incierto que el del DJ, que continúa actuando en discotecas por toda España y mantiene sus ingresos musicales.

Aun así, para ser justos, hay que reconocer que Kiko también escuchó ofertas. Varias, y algunas de ellas importantes. Pero ninguna terminó de convencerle, ninguna le pareció lo suficientemente atractiva. El hijo de Isabel Pantoja no parece tener prisa por regresar al foco mediático ni por revivir los días en los que protagonizó La herencia envenenadaaquel exitoso documental de Mediaset que lo separó para siempre de su madre y lo convirtió en el personaje del momento. Entonces sí que manejaron cifras millonarias.

Irene cobró más de 20.000 euros por su exclusiva

Y ahora, quizá por eso, simplemente no le compensa volver a ese nivel de exposición. Irene, en cambio, ha seguido otro camino. Primero aceptó una entrevista exclusiva con la revista Semana, por la que, según fuentes solventes, habría cobrado algo más de 20.000 euros, aunque a esa cantidad habría que restarle el 20 % correspondiente a su representante, Fran, íntimo amigo y confidente de Kiko. Y esta misma semana la sevillana ha dado un paso más: se sentó frente a Sonsoles Ónega en Antena 3, en lo que muchos consideran no solo una entrevista puntual, sino la antesala de una colaboración más estable.

Se trata de un formato cuidado, que recuerda a lo que ya hicieron otras famosas como Mar Flores justo cuando presentó sus memorias, María José Suárez cuando rompió con Álvaro Muñoz Escassi, Ana Obregón o incluso María del Monte, inmersa en plena batalla judicial con su sobrino Antonio Tejado, acusado de ser el cooperador necesario del robo que se produjo en su casa.

Este tipo de apariciones se utilizan, en realidad, para "encubrir" el pago de la entrevista principal, sea en una o varias entregas. No todos los programas de televisión admiten que pagan a sus entrevistados. Pero parece evidente que los contratan como colaboradores durante un tiempo para poder facturar esa entrevista que supone un bombazo que, en términos de mercado, sería tan cara como para llenar un prime time, con otros niveles de cachés. Con ello consiguen, además, tenerlos en plató cuando la actualidad gira en torno a ellos. En el caso de Irene Rosales además tiene sentido que se quede como contertulia porque la ex de Kiko Rivera cuenta con experiencia, su imagen en plató en buena, sabe hablar muy bien y demuestra que tiene madera. Por no hablar del acierto que supone tener en plató a una ex integrante de la saga más mediática del cotilleo patrio: ex de Kiko, ex nuera de Isabel Pantoja o ex cuñada de Isa Pantoja; además de su propio relato iniciando una nueva aventura sentimental con un nuevo novio del que este lunes ya reconoció en plató que está "enamorada".

Pero esto no es nuevo. Ya en su momento fue una práctica habitual en el programa de Ana Rosa Quintana. Es el caso, por ejemplo, de Toño Sanchís, que tras su esperada entrevista se convirtió en colaborador durante unas semanas, el tiempo justo para alcanzar mediante esas intervenciones la cifra pactada. O un ejemplo mucho más reciente: Álvaro Muñoz Escassi, primero por su sonadísima ruptura con María José Suárez y, después, con Sheila Casas. La actualidad manda.

Irene Rosales no quería que se airearan los trapos sucios de su matrimonio, por sus hijas

El interés por Irene Rosales era alto desde el primer minuto. Apenas trascendió la noticia de la separación, el teléfono de Fran (representante) no dejó de sonar. Una de las primeras llamadas vino del equipo de De Viernes, el programa que conducen Santi Acosta y Bea Archidona en Telecinco. La oferta, según cuentan, era más que tentadora, pero Irene lo tuvo claro: no quería someterse a un interrogatorio ni ver cómo se aireaban otra vez los trapos sucios de su matrimonio. Y menos teniendo dos niñas tan pequeñas. Había que incluir demasiadas cláusulas en el contrato y no compensaba. Prefirió, aunque fuera por una cantidad menor, una entrevista más tranquila, sin miedo a encontrarse con sorpresas ni emboscadas. Semana siempre fue su primera opción y, aunque las negociaciones no fueron fáciles, al final llegaron a un acuerdo.

Tras la entrevista en la publicación que dirige Jorge Borrajo, era el momento de abordar la televisión. Telecinco seguía insistiendo con De Viernes, pero Fran declinó la propuesta, que ya no era tan alta como en las primeras conversaciones, y se marchó a negociar con Antena 3. Y ahí entra en juego Sonsoles Ónega y su programa. La presentadora, que ha sabido imprimir carácter y cercanía a su formato, se ha apuntado el tanto de lograr el testimonio de Irene. La sorpresa ha sido mayúscula en Mediaset. Se han sentido traicionados. Fue en la cadena de Fuencarral donde Irene recibió su primera oportunidad laboral en televisión, concretamente con Emma García, cuando ocupó una silla en Fiesta, espacio producido por Ana Rosa Quintana, la misma que produce el magacín vespertino de Joaquín Prat, al que se enfrentará ahora Irene desde Antena 3.

Ellos sabían que, por el caché de la entrevista, ningún otro programa podía —ni siquiera— igualar su oferta, pero lo que no tuvieron en cuenta fue que, quizá, a Irene le apetecía hacer más cosas en televisión que una simple entrevista. Quién sabe: una colaboración en el propio Y ahora Sonsoles, una participación en Mask Singer, en El desafío… Lo iremos viendo. Ha demostrado ser buen, saber estar, la cámara la quiere y es su momento para hacer dinero.