La sobrina de Rocío Jurado arruinada: a punto de perder su casa por las deudas

Sobre Chayo Mohedano pesan ya varios procedimientos de embargo. Sus ingresos no son los que eran y tiene importantes deudas con Hacienda y la Seguridad Social

La sobrina de Rocío Jurado arruinada: a punto de perder su casa por las deudas. Chayo Mohedano en una imagen de archivo
photo_camera La sobrina de Rocío Jurado arruinada: a punto de perder su casa por las deudas. Chayo Mohedano en una imagen de archivo

Según recoge Libertad Digital, malos momentos para Chayo Mohedano, sobre todo en lo relativo a su cuenta corriente. La cantante, publica la revista Lecturas, está a punto de perder todas las propiedades a su nombre por no pagar la hipoteca de su casa.

La hija de Rosa Benito niega estar arruinada, pero lo cierto es que ya no recibe su habitual sueldo televisivo, lo que sin duda ha desequilibrado sus cuentas. Atrás queda también su época de las exclusivas millonarias sobre diversas polémicas familiares. Sus, ahora, más limitadas colaboraciones televisivas son todas relativas a su carrera musical, que suscita menos interés e ingresos.

Todo se agravó, además, cuando su marido Andrés Fernández se negó a firmar una tregua judicial con Telecinco tras haberse mostrado en diversos programas su ficha policial y perdió su batalla judicial, y cuando la propia Rosario perdió el litigio con su ex, Antonio Tejado, a quien demandó por unas declaraciones televisivas, viéndose obligada a pagar 22.000 euros en costas.

La consecuencia es que, tras haber sido dejada en la cuneta por la cadena, los problemas económicos han comenzado a resultar acuciantes para Chayo. La ejecución sobre los inmuebles está en marcha desde junio y Hacienda está también detrás de su patrimonio, reclamando casi 122.000 euros. Lo mismo ocurre con la Seguridad Social, que le exige más de 1.000 euros y ya ha embargado uno de sus inmuebles.

Rosario tiene dos propiedades a su nombre, las dos en la localidad de Torrejón de Ardoz. Una es una vivienda de 106 metros cuadrados, dos baños, tres habitaciones y piscina comprada en plena burbuja inmobiliaria y valorada en su momento en 245.000 euros, sobre la que pesa un procedimiento de ejecución hipotecaria después de pasar varios meses sin abonar la deuda, que asciende en total a 122.000 euros.

La segunda propiedad es un garaje con trastero sobre el que pesa una hipoteca de casi 18.000 euros, y sobre el que pesa un embargo de la Seguridad Social por el impago de más de 1.300 euros.

Fuente: Libertad Digital

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