Según informa el periodista Jesús Manuel Ruiz en EsDiario, Ramón García y Patricia Cerezo se separan como ha adelantado en exclusiva la revista Semana. El matrimonio pone punto y final a 24 años de relación. El presentador y la periodista han comenzado los trámites de la separación y en las próximas semanas vivirán en domicilios diferentes. La decisión está tomada y ya no hay marcha atrás.
El eterno presentador de TVE con su "mítica capa" y la periodista han decidido de mutuo acuerdo poner punto y final al matrimonio que comenzó el 8 de marzo de 1997. De aquella relación nacen dos hijas, Natalia y Verónica.
El matrimonio ha vivido durante años en la urbanización Somosaguas. Un hogar que ya está en venta como ha publicado la revista Semana y ha podido confirmar ESdiario con el entorno cercano a Patricia Cerezo. La pareja se iría a vivir a una Urbanización de Pozuelo de Alarcón (Madrid) pero cada uno de ellos en un piso distinto.
Ramón García y Patricia Cerezo habían decidido pasar el verano tranquilamente sin confirmar la separación. Estaba previsto que fuera en septiembre cuando la pareja quería confirmar la noticia a través de su separación a través Hola, su revista de cabecera.
Ramón y Patricia se conocieron en los pasillos de TVE cuando ella era azafata y el presentador del mismo programa.
La útlima imagen que se tiene de la familia es de 2018 en las playas de Sancti Petri, Cádiz, donde tienen una casa.
Los últimos años han sido duros para el matrimonio que siempre ha estado muy unido. En noviembre de 2019, Ramón recibió un duro varapalo, la muerte de su padre Ramón, a los 89 años de edad. Para Patricia, su suegro era como un padre para ella y estaban muy unidos, tal y como demuestran las palabras que le dedicó tras su fallecimiento.
“He tenido la suerte en esta vida de tener al mejor suegro del mundo. Desde el primer día que me conoció, hace más de 25 años, me ha tratado y querido como a una hija”, comenzó escribiendo en su cuenta de Instagram.
“Quien le ha conocido sabe que no exagero al decir que Ramón es la bondad personificada. Siempre sonriendo, siempre amable, siempre cariñoso. Has sido mi debilidad querido suegro. Y la tuya, tus nietas. Te dejabas hasta despeinar por ellas, que tu hijo decía que jamás permitías que te tocaran el pelo, siempre tan impecable”, añadía.
“Me quedo con la tranquilidad de que te has ido en paz, que has tenido una vida maravillosa y, lo mejor de todo, es que estarás ahora con mi padre con el que tanto te reías. Qué alegría le habrá dado al verte. Te quiero, Ramón”, se despidió cariñosa.
Hace dos años y medio era Patricia también la que perdía a su padre al que estaba muy unido.
