Según recoge Informalia, Ana María Aldón sorprendía este miércoles con una entrevista que más que eso parecía una verdadera declaración de intenciones. Son muchas las críticas que ha recibido desde los distintos programas de televisión por considerar que es un ataque en toda regla a su marido, José Ortega Cano, y su familia.
Pocos entienden la motivación para realizar esta entrevista (aparte del dinero) atacando a la familia del torero como lo ha hecho. El primero, su propio marido. Según indican a Informalia personas cercanas a la familia, "Ortega Cano se ha llevado un grandísimo disgusto al leer la entrevista. Está cabreadísimo y sobre todo súper triste". No nos han sabido asegurar si el maestro sabía que había concedido una entrevista, pero sí que sus declaraciones "le han dolido en el alma".
Según cuentan a Informalia, Ortega no concibe que su mujer haya salido públicamente a atacar a su familia de esa manera y que diga que incluso estuvo a punto de quitarse la vida por culpa de ellos: "No entiende por qué lo ha hecho. No entiende porqué en las últimas semanas se ha empeñado en ir contracorriente y buscar la polémica familiar. Desaprueba completamente lo que está haciendo y este miércoles se ha llevado una gran desilusión", nos desvelan.
Nos dicen que el torero está llegando a su límite y que no saben qué pasaría si no estuviera el pequeño José María. Preguntamos a nuestro interlocutor si Ortega se podría plantear poner fin a su matrimonio: "No sería de extrañar si no estuviera el niño. Pero el diestro no quiere romper la familia. Aunque da la sensación que es lo que ella está buscando, cabrear a Ortega Cano para que sea él quien dé el paso".
Ortega seguirá saliendo ante las cámaras y seguirá diciendo que "todo está bien". Prefiere callar y aparentar que todo va bien que seguir estando en boca de todos. Pero no es así: "El matrimonio está herido y Ana María no solo no está haciendo nada para protegerlo, sino que está avivando la llama del conflicto".
Alguien muy cercano a Ana María Aldón nos asegura que "ha cambiado de un tiempo a esta parte. Desde que trabaja en televisión es otra. Se ha transformado. Es como si ya no necesitara a nadie más que a ella. Ha perdido la humildad y la naturalidad que tenía. Ahora va con ciertos aires de grandeza y de superioridad, aunque lo oculta bajo inocencia y tranquilidad que muestra delante de las cámaras". Pero se siente fuerte, va a tiendas caras, a peluquerías de moda y siente que tiene la oportunidad de ganar dinero para mantener a su familia (la suya propia, no de su marido) su hija, su madre y su nieta y no está dispuesta a desaprovecharla.
Ana María está perdiendo la simpatía que se ha ganado en los últimos años, sobre todo tras su participación en Supervivientes. Esto es algo que se está dejando patente en las redes sociales. Es evidente que la opinión pública está cambiando. Este miércoles las redes se han llenado de mensajes criticándola. Lo que más destacan es su verso contradictorio. En su programa "todo está bien" pero después se despacha con una explosiva entrevista en la que pone entre la espada y la pared a su marido arremetiendo contra él, su hermana Conchi e incluso Rocío Flores. Pocos la entienden.
