Según recoge Diario Gol, como bien saben en Telecinco, un reality puede hacer que cambie la vida de muchos de sus participantes. Y eso es lo que le ha ocurrido a Ana María Aldón.Es evidente que su marido, José Ortega Cano, y la hija de éste, Gloria Camila, estaban ya más que acostumbrados a ser personajes habituales en los medios del corazón y en la televisión.
No así Ana María. Sin embargo, su paso por Supervivientes, donde se convirtió en una de las protagonistas del concurso acabando, de hecho, en segunda posición. La subcampeona ha descubierto que los platós, las cámaras y la fama le gustan. Y mucho.
Ya antes de que empezara el reality su entorno más cercano aseguró que Aldón iba a dar mucha guerra y que no iba a ser una concursante que pasara de puntillas. Lo cierto es que no andaban precisamente muy equivocados.
De hecho, tan sólo hace falta ver la soltura y lo cómoda que estaba ante las cámaras tanto en la isla como en su regreso, como el pasado fin de semana en Sábado Deluxe, pare comprobar que Ana María sabe que tiene ahora una buena oportunidad de estirar el chicle de la tv.
La operación secreta
Una Aldón que ahora ve como los paparazzi están muy pendientes de ella. Hace unos días, tal y como apunta la revista Pronto, la pillaron saliendo de una clínica estética situada en Madrid en la que, según el citado medio, la mujer de José Ortega Cano se habría hecho varios retoques.
De momento no hay confirmación oficial, por lo que la operación es secreta, pero en Pronto aseguran que Ana María se habría hecho un tratamiento para hidratar su piel así como un retoque en su pecho.
Obviamente su marido José Ortega Cano y Gloria Camila prefieren no hablar del tema. Seguramente porque es muy probable que sea la propia Aldón la que de los detalles de estos retoques en una futura exclusiva o entrevista. Parece que Ana María no podría haber caído con mejor pie en el mundo de Telecinco y la prensa rosa.
