María Teresa Campos, desesperada y consolada por sus amigas, busca casa tras ser vetada

Los vecinos de Terelu Campos se negaron a que María Teresa Campos se mudara a la misma urbanización de su hija
María Teresa Campos, desesperada y consolada por sus amigas, busca casa tras ser vetada
photo_camera María Teresa Campos, desesperada y consolada por sus amigas, busca casa tras ser vetada

Según recoge en exclusiva Informalia, los vecinos de Terelu Campos se negaron a que María Teresa Campos se mudara a la misma urbanización de su hija por la presión mediática que ello conlleva. Ahora, la matriarca del clan Campos está buscando otro lugar para asentarse tras vender su mansión.

Así las cosas, la veterana comunicadora ya se ha puesto a la búsqueda de un nuevo piso, por la misma zona donde vive su hija mayor, a quien quiere tener cerca en esta nueva etapa de su vida.

Hemos visto a María Teresa visitando varias casas acompañada por su amigas, entre quienes se encuentra su inseparable Meli Camacho, y por su asistente y hombre de confianza, Gustavo. Muy elegante, para la búsqueda de hogar Teresa lució un favorecedor pantalón de traje en color azulón, combinado con una blazer de rayas en el mismo tono, y una sencilla camiseta blanca.

En septiembre, la malagueña firmó por fin la venta de su mansión en Molino de la Hoz, en Las Rozas, tras tenerla en venta alrededor de cuatro años. Después intentó mudarse a la misma urbanización de Terelu, pero según deslizaron a Informalia, los vecinos no la querían allí.

De ahí que las negociaciones de un inmueble, que tenía prácticamente apalabrado, se rompieran. "Los vecinos no quieren a otra Campos en la urbanización. Bastante tienen ya desde que se instaló Terelu, hace unos meses, con los periodistas en la puerta", nos contaron. "No se sienten cómodos y así se lo hicieron saber al propietario del piso con el que negociaba Teresa, al que le pidieron que no se lo alquilara". Y así ha sido. La periodista de 80 años se encontró con que el propietario del piso que tenía apalabrado se ha echado atrás.

Lo malo es que en esta ocasión, la gran comunicadora no cuenta con todo el tiempo del mundo para encontrar algo que le guste. En las próximas semanas tendrá que abandonar su chalé para que entre a vivir el nuevo propietario: José Gil, presidente de la firma de calzado 'Alma en pena'. Así las cosas, es normal que María Teresa se encuentre apurada y nerviosa.

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