Según recoge Lecturas, José Ortega Cano no gana para disgustos. A su delicada salud –esta semana volvió a ser operado del corazón–, se unen los numerosos conflictos familiares que, quiera él o no, acaban salpicándole. José Ortega siempre trata de contemporizar, no quiere peleas ni malos rollos, y hasta estaría dispuesto a hacer las paces con Rocío Carrasco para terminar con las supuestas acusaciones que esta tendría con respecto al que fue el segundo marido de su madre, Rocío Jurado, y su matrimonio.
Ana María Aldón, como es habitual, se ha sentado en el plató de 'Viva la vida' y allí ha hablado de cómo se encuentra su marido tras la operación: “Ortega está bien. A veces se pone un poco mimoso, me pide que le tome la tensión y esas cosas…”, ha comentado Ana María, que se llevó un buen susto nada más salir del hospital. José Ortega Cano sufrió una pequeña bajada de tensión al subir al coche y casi cae desplomado al suelo. “Salimos del hospital y estuve a punto de volvernos, tenía sudores fríos… él me dijo ‘tira, tira para casa’. Él está frágil, pero ha atendido a la prensa”, ha dicho Aldón.
Con quien no está nada de acuerdo es con su cuñada, Conchi Ortega Cano, que ha dicho que ha llamado muchas veces para interesarse por su hermano, pero que no le cogen el teléfono. “Mi marido acaba de operarse del corazón y voy a intentar ser lo más sensata posible... No he tenido ni una sola llamada de Conchi”. Conchi dijo que su hermano Paco también los ha llamado, pero que tampoco le cogen el teléfono, algo que Ana María ha desmentido rotundamente.
Minutos más tarde, la diseñadora se extendía y mostraba su disgusto públicamente: "No hay ni una sola llamada ni de Conchi ni de Paco. Cuando me enteré de lo que se estaba diciendo me puse en contacto con Paco y él me dijo ‘No te he llamado y además no tengo tu número de teléfono’. No hables en boca de Paco", advertía a su cuñada.
Con respecto a la reacción de Ortega Cano, tal y como ha contado la colaboradora "está que trina". "Nos intentamos poner en contacto con Conchi y no nos cogió el teléfono. No quiero hacer sufrir a mi marido. Desde el miércoles hasta hoy no ha habido respuesta. Y si en un momento dado yo no puedo coger el teléfono está su hermano que tiene el teléfono en la mano o Marina que vive interna con nosotros", sentenciaba visiblemente enfadada.
Ana María no entiende el por qué de esta "inquina" hacia su persona pero si algo tiene muy claro es que no piensa permitir más mentiras: "No lo comprendo yo ni mi marido tampoco. No se lo cree".
