Alejandra Rubio la vuelve a liar y se enfrenta a "las amiguitas" de Terelu Campos

Es la única verdad que ha contado en los últimos meses.
En la imagen de archivo Terelu Campos junto a su hija Alejandra Rubio
En la imagen de archivo Terelu Campos junto a su hija Alejandra Rubio

Un artículo de Jesús Manuel Ruiz publicado en EsDiario

La sobrina de Carmen Borrego ha tenido que cambiar de opinión cuando le ha tocado el asunto del presunto maltrato de manera cercana. Durante la mañana de este lunes Alejandra Rubio se tuvo que pronunciar en el programa donde colabora. En el plato de Vamos a Ver sale en defensa de su suegro Carlo Costanzia sobre los presuntos episodios de malos tratos que pudo sufrir su suegra Mar Flores, según ha contado en sus memorias Mar en Calma.

Ahora Rubio asegura que no se le puede imputar a un hombre ser un maltratador si no cuenta en su currículum vital y judicial una sentencia afirmativa de tales actos agresivos. Normal. Es la única verdad que ha contado la “niña” Alejandra en los últimos meses. Una posición que no tiene nada que ver con el trato que recibió Antonio David Flores por su parte y la de las “amiguitas” de mamá Terelu desde el momento que se comenzó a emitir la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva. En aquellos momentos ninguna de ellas cayó en la cuenta de que sin una sentencia firme no se puede afirmar que un hombre es un verdugo de violencia de género. Ahora sí se prioriza esta premisa legal y antes se la dejaron olvidada en el limbo. No había más posibilidades para darle verosimilitud a una mentira televisada.

Ahora la hija de Terelu Campos se ha tenido que enfrentar a la misma realidad que tuvo que sufrir el que fuera marido de Rocío Carrasco y padre de sus dos hijos. La situación es diferente. No es lo mismo hablar de un tercero aún a sabiendas que estás mintiendo que hacerlo de alguien cercano que se halla en tu círculo más íntimo como es su suegro. A Alejandra Rubio ahora no le valdrán las teorías del sobreseimiento o archivo profesional de la "togada" Carlota Corredera. La nieta de María Teresa Campos se ha tenido que dar cuenta con su propia experiencia. Quizás “las amiguitas” de mamá también lo tengan que sufrir en su propia piel o cercana para abrir los ojos y abandonar la mentira que defendieron durante años. Y continúan.

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