"Me lo hizo pasar mal". Ana Botín reconoce que la relación con su padre no siempre fue idílica

La presidenta del Santander habla de su infancia, su marido, sus padres y hasta de que sufría un aborto que cambio su vida
"Me lo hizo pasar mal". Ana Botín reconoce que la relación con su padre no siempre fue idílica
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Según recoge Informalia, Ana Patricia Botín (Santander, 1960) se abrió en canal en la noche de este miércoles durante un programa que ya es verdadera historia de la televisión. La mujer más poderosa de España dejó atónitos a los espectadores de Mediaset hablando con admirable naturalidad de todo: su infancia, sus costumbres, su marido, la relación con su padre y hasta del aborto que cambió su vida.

La presidenta del Banco Santander realizó con el aventurero Jesús Calleja una expedición por el sur de Groenlandia con el fin de conocer de primera mano las consecuencias del cambio climático, un desafío que el presentador convirtió en una entrevista en profundidad donde la que es considerada como "la mujer más poderosa de España", en palabras del propio Calleja, mostró una imagen jamás vista y dejó ver su lado más humano.

En un espacio que ya es historia de la televisión, Ana Patricia Botín habló de casi todo: su trabajo, su infancia, su matrimonio, sus influencias, sus vicios, costumbres y hasta de cuánto duerme; de la relación con su padre, o de los primeros trabajos que desempeñó.

Perder a una niña cambió su vida

Una de las partes más sinceras y valientes llegó cuando explicó que el motivo de su regreso a España hace un cuarto de siglo, después de décadas viviendo en el extranjero, fue un aborto que sufrió, como ella misma confesó: "Mi primer cargo de relevancia aquí en España lo tuve pasados los 30. Perdí una niña, esto nadie lo sabe, y quise cambiar de aires, por eso decidí dejar USA y mudarme a España para trabajar en el banco. Me llamó un señor para trabajar en el banco de mi padre, así que deduzco que le había preguntado si le parecía bien, pero mi padre nunca me dijo nada. Es verdad que no fue fácil porque aquello era un mundo de hombres,pero tenía el placer de trabajar con lo mejor de cada país".

Usos, costumbres y un vicio (corregido)

La mujer más poderosa de España, la octava mujer, según Forbes, más poderosa del planeta, contó cosas tan personales como que le gusta acostarse pronto y levantarse temprano. "En España me levanto a las seis y media, y el fin de semana a las ocho", desveló.

Después de contar que las comidas de tres horas son malas para los negocios pero también para la salud, admitió que fue fumadora. "Pero  dejé de fumar porque me di cuenta de que era una chorrada", dijo. "Hago deporte, me encanta trekking, jugar al golf. Vivo entre Madrid, Londres, Latinoamérica… viajo mucho. Pero la casa fija la tengo en Santander, es más mi casa", explicó a Calleja. Ana Botín contó qué es lo peor de su cargo:"Lo más difícil para mí de mi trabajo es que yo sé de los próximos tres años qué voy a hacer cada semana", dijo.

Su Marido

Ana Botín también se refirió a su marido, Guillermo Morenés, que apareció en el programa: "Guillermo es el marido de Ana", le dijo su guía y presentador del programa. Y ella respondió así: "No, yo soy la mujer de Guillermo". La presidenta del Santander habló de su esposo y su familia: "Es ingeniero agrónomo, tenemos tres hijos, 33, 32 y 28 años. Uno vive en San Francisco, otro en Londres, ahora en Boston, y otro en Madrid".

Infancia, familia y estudios

Botín contó que la mayor influencia en su vida es su madre, "más que mi padre", dijo. "Mi madre es de Bilbao, su familia es de origen irlandés, nos educó de una manera muy avanzada para lo que era la educación entonces. Nos envió fuera a estudiar, Francia, Londres. Primero estudié en Santander, en un colegio de monjas, hasta los trece años. Luego dos años en Ginebra, dos en Inglaterra. A los trece años, interna, yo quería irme antes, no me importaba nada, luego tenías momentos que querías volver, pero es que soy bastante aventurera, me gustaba conocer países nuevos", contó.

"A mi madre la sentía súper cerca. Con quince años, a Inglaterra, me gradué con 16. Del sistema francés pasé al inglés, lo hice todo muy rápido, hice en dos años lo que se hacía en cuatro. Me fui a Alemania un año. Luego a EEUU, estuve nueve años. Viví fuera de España de los trece a los 30 años", explicó

"Estudié economía, aunque inicialmente quería ser periodista, tengo una tía que es periodista, Covadonga O'Shea". En los 80 todo el mundo quería trabajar en bancos, no es como ahora que todo el mundo quiere trabajar en Amazon o en Google.Venían a entrevistarte, yo estaba en Harvard, Boston, aquella época y me metí en JPMorgan, pero no estaba planificado para nada", contó la banquera.

Informador para la ETA

"En los 70 era la época en la que Eta y el terrorismo empezó, recuerdo una vez que una persona llegó a casa a arreglar la cocina y se dieron cuenta de que era uno que venía a recoger información para ver qué hacíamos cuando íbamos al colegio. Entonces nos pusieron una persona que andaba detrás, aunque vivíamos cerca del colegio, nos hacían ir en coche. Me daba mucha vergüenza eso y hacía que el coche se quedara lejos, para llegar andando como los demás. Era diferente pero era lo que tocaba".

Un aborto la trajo a España

"Guillermo trabajó antes que yo en el banco (de Santander). Tuvimos dos hijos en EEUU. Volvimos a España, yo con JP Morgan, y tuve un tema personal, la gente no lo sabe: perdí una niña y decidí cambiar. Me llamó el director de la división internacional y me dijo ¿quieres venir al Santander? Y me incorporé en España-… mi padre no tuvo nada que ver en que me incorporara al banco, no lo planificó y menos yo". "Guillermo siempre me ha apoyado, y yo he intentado hacer lo mismo con él", contaba a Calleja. 

Su Padre

"La relación con mi padre siempre fue espectacular en lo familiar; de hecho nos íbamos cada verano de vacaciones Guillermo, mi padre y mis hijos. Cada verano hasta el año que se murió. Lo que no hacíamos era pasar cada fin de semana con él", recordó.

Su primera etapa en el banco duró hasta la fusión con el Central Hispano. Ana Botín contó cómo su padre le pidió por teléfono que se fuese, ya que la operación no sería posible si ella continuaba allí. "Hizo lo que tenía que hacer, pero la formas me hicieron daño", explicó. "De las frases que te dicen en ese momento te acuerdas siempre. Lo más duro fue lo que dijo en una junta de accionistas... porque me dejó regular y hay que tener una cierta sensibilidad".

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