Vázquez ha hecho la publicación un día después de que el músico Dani Martín subiese una foto en la que aparecía también con esas manchas y explicase que padece la misma enfermedad.
“Se llama #Rosácea lo que tengo en la piel . Sumándome a la iniciativa de Dani Martín. Quizás encontremos un remedio. Para él no es ningún inconveniente. Sin embargo a mí sí que me molesta. Aunque aprendo a vivir con ella”, ha escrito la presentadora.
“La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que afecta solo al rostro, en especial a las mejillas, la frente, la barbilla , la nariz y ojos. Es como tener acné pero a partir de los 40 en mi caso”, explica Paula Vázquez, quien subraya que se la diagnosticaron hace dos años y que hasta ese momento nunca había tenido granitos.
“Para entonces tenía un brote muy importante. La cara inflamada, roja, dolía, una especie de picazón, y de repente los ojos. Rojos secos, duelen mucho. Hasta marea”, prosigue.
Vázquez destaca que la rosácea está relacionada con el estrés y que ella solo consigue controlarlo relajándose con baños de espuma, paseos y música.
“Suele comenzar en los mofletes, se quedan rojas como un borrachito. Por cierto imposible beber alcohol teniendo Rosacea. A mí un tinto de verano, me destroza la cara, o el sol”, lamenta. La presentadora explica que tampoco lleva bien los cambios de temperatura, por lo que para ella es imposible entrar en una sauna.
“Por cierto, ahora mismo no la tengo. Las fotos son de hace unos meses. Ella es así va y viene”, remata.
Dani Martín había hecho una publicación similar este martes. “Se llama Rosácea lo que tengo, si, no, no estoy enfermo, de la cabeza un poco, mi piel es así. Así es caballero! El hígado? Bien muy bien! Los riñones? Genial señora . Y los suyos? Pues ya estamos todos bien! Vengaaaaa feliz día!!”, escribió el músico.
La rosácea es, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), “una enfermedad crónica de la piel que afecta fundamentalmente a la cara”.
Es muy frecuente en la población general y, aunque puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente entre los 30 y los 50 años, en personas de piel clara y en aquellas que han tenido acné intenso en la adolescencia.
Los síntomas son enrojecimiento persistente de la piel y telangiectasias faciales (vasos sanguíneos dilatados), en ocasiones aparecen pápulas o pápulo-pustulas (“granos”, similares a los que salen con el acné).
La Clínica Mayo apunta que es más frecuente en las mujeres y que no tiene cura, pero los tratamientos pueden controlar y reducir los signos y síntomas.
