Según recoge Informalia, el chucuchucu entre Alba Carrillo y Jorge Pérez está dando mucho de sí, como cabía esperar. Los detalles escabrosos de sus relaciones íntimas se han convertido en carne de polígrafo y demás shows pero, al margen de la información central, hay muchas sobras aprovechables para hacer croquetas de programas y noticias con los restos de los besos públicos delante de todos sus compañeros, las mentiras iniciales de los amantes, la escapada a casa de Marta López para rematar el calentón y la postinformación, especialmente la de Alba contando con señales y pelos lo ocurrido. De momento, y hablando de pelos, parece que el ex guardia civil es el único que tiene pelos en la lengua porque otros, además de Alba Carrillo, están contribuyendo a engordar las historias paralelas que enriquecen, como en cualquier novela, la trama principal. Es el caso de la pelea de gatas que se está produciendo: la ex de Feliciano y Fonsi Nieto se ha encontrado a un trío de damas que están defendiendo con uñas y dientes al benemérito macizo. Hablamos de dos concursantes de reality y una aspirante a hacerlo: Isabel Rábago, Cristina Porta y Bea Jarrín.
Con estas dos últimas, la cosa es más cuestión de celos y despechos; pero el enfrentamiento de la hija de Lucía Pariente con Isabel Rábago viene de lejos. De hecho, Alba se niega a sentarse en un plató con la periodista que en su momento defendió los intereses del Partido Popular. Y eso que llegaron a ser buenas amigas. De esas que incluso salían juntas algunos fines de semana. Pero todo se acabó. La relación se rompió por culpa del reality Secret Story en el que participó Rábago con la madre de Alba.
Allí entraron como aliadas y salieron como enemigas, lo que salpicó de lleno la amistad entre las compañeras. Su enemistad llegó a tal punto que después de protagonizar varias disputas en plató no han vuelto a coincidir. "Es que no se soportan. Ni se miran ni se hablan y la intención de ambas es no coincidir nunca en ningún plató de televisión", nos dicen. Ahora Rábago se lo está devolviendo posicionándose del lado del ex miembro de las las Fuerzas de Seguridad para criticar la actitud de la ex de Santi Burgoa.
Isabel está hablando por boca de Jorge Pérez y su mujer, Alicia Peña. Dice ser gran amiga del matrimonio y se ha convertido en su portavoz. Rábago no ataca directamente a Alba porque sabe cómo se las gasta y no quiere un enfrentamiento público y abierto con ella, por eso no la menciona, pero todas sus críticas van contra la actitud de Alba, o sea, que esté contando lo ocurrido y atacando a la mujer de Jorge sin que este haya abierto la boca.
Por su parte, Alba está por ahora aguantándose para no saltar contra Rábago, pero es cuestión de tiempo. De hecho, ya ha empezado a mostrar por dónde puede cargar contra sus compañeros de la productora que la están criticando. Un conflicto con ellos alargará el tema y, por tanto, sus minutos de pantalla.
Por ahora, con este tema, todo han sido indirectas entre la modelo y la periodista, pero en otras ocasiones sus conflictos han sido directos. Sin ir más lejos, hace solo unos meses. Entonces Rábago escribió esto sin nombrarla: "A esas personas las he sacado de un plumazo de mi vida y no volverán a entrar. Las injurias tienen las patas muy cortas. No sé si coincidiré con ellas en un plató, yo al menos voy a pedir el no coincidir. Mi profesionalidad está muy por encima de los caprichos personales. Yo nunca he jugado con el trabajo de nadie", dijo en un dardo dirigido a Alba, que se dio por aludida y le contestó de frente: "Te voy a llamar 'Isabel la puñales' a partir de ahora. Educación no has tenido y respeto tampoco. En vez de escribir columnas reescribe tu libro, que es infumable. No toques a mi madre, porque me duele mucho. No vengas a puñales porque yo voy a mordiscos". Y continuó: "Yo no he jugado con el trabajo de nadie. Tú sí lo has hecho con el mío y con el de mi madre. Que vas de profesional pero has dicho muchas veces que te querías ir de la televisión. Baja de tu nube, deja de ser tan prepotente y sé más humilde. Has estado en un reality como todos los demás, y no por ser periodista o abogada".
