Según recoge Informalia, antes de Carlos Falcó, Esther Doña estuvo casada en dos ocasiones. Con el juez Santiago Pedraz iba camino de su cuarta boda. Sin embargo, a finales de agosto, tan solo dos días después de anunciar su compromiso en la revista Hola, se destapó que ya no estaban juntos y que le había metido un gol por toda la escuadra a la revista del saludo.
Así las cosas, el magistrado y la socialité han protagonizado, con permiso de Gerard Piqué y Clara Chía, el gran culebrón del verano. Toda esta polémica de la no boda ha provocado que Doña genere más interés que nunca. Su misterioso pasado, también.
En Sálvame se han preguntado este martes cómo "una modelo de segunda" llegó a codearse con toda la élite de Madrid. La califican como una mujer fría y "ambiciosa", con los objetivos bien marcados. Su pasado, como decimos, es todo un misterio y en su antiguo vecindario de Málaga apenas saben nada sobre ella. Carmen Borrego, malagueña, incluso preguntó por sus influyentes círculos sin obtener respuesta.
Kiko Matamoros, por su parte, ha ido un paso más allá. Ha dado más detalles sobre ella: "Era muy ambiciosa y picaba por alto (...) Su primer marido es un multimillonario y cuando lo deja vuelve a ejercer esa profesión, digamos de relaciones públicas", ha dicho Kiko.
El colaborador ha explicado que Esther trabajó en un local de ocio nocturno, ubicado en una buena zona de Madrid: "Luego tiene otra relación y a partir de ahí deja de relacionarse públicamente, deja de hacer esa actividad de estimulación, conversación y acompañamiento".
Carlos Falcó y el juez Pedraz
En marzo de 2020, Esther se despidió de su tercer marido, Carlos Falcó, que murió a los 83 años a causa del Covid-19. Su relación con los hijos del marqués nunca fue especialmente buena y, a los meses de su muerte, la invitaron a salir de El Rincón, la finca en la que vivió con su marido en Aldea del Fresno, Madrid.
Con el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz comenzó a salir en verano del año pasado, cuando Informalia adelantó su relación en primicia. En estos meses, Esther ha confesado que el propio Falcó vaticinó esta relación entre los dos. En el libro que escribió sobre su historia con el padre de Tamara Falcó, también sacó a relucir los subiditos mensajes de Whatsapp que ambos se intercambiaban en pleno roneo. Menos de un mes después de su ruptura con Pedraz, ya ha sido relacionada con un tal Bruno, con el que habría pasado tiempo en Ibiza.
