Según recoge Lecturas, a pesar de formar parte de un clan de actores muy popular en nuestro país, lo cierto es que Daniel Sancho (29 años) era un gran desconocido para el gran público. Hijo mayor de Rodolfo Sancho (48 años), fueron escasas las veces que el joven acompañó a su padre a algún acto público. Todo cambió el pasado 5 de agosto cuando salió a la luz el macabro asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Colombia.
En ese mismo momento Daniel Sancho se convertía en una de las personas más buscadas del país. Todo el mundo quería saber hasta el más mínimo detalle de este joven que se había declarado culpable de un hecho atroz. Gracias a sus publicaciones en redes sociales y algunas de las últimas declaraciones de su padre donde mostraba su orgullo por su prometedor futuro profesional, se bautizó a Daniel como chef y empresario. Sin embargo, no sería tan así...
Cada día salen a la luz nuevas informaciones que alimentan el que se ha convertido en el tema de actualidad por excelencia. El programa 'Equipo de investigación' se ha centrado en el acusado y después de tener la oportunidad de hablar con diferentes testigos han podido confirmar que la vida profesional de Daniel está muy lejos de ser un reputado chef o propietario de un restaurante. "Es especialmente conocido en Madrid por sus contactos y contratado como relaciones públicas en varias discotecas", contaban sacando a la luz la verdad sobre la vida profesional del hijo de Rodolfo Sancho.
Tal y como señalan desde el programa presentado por Gloria Serra, las discotecas lo contrataban incluso para hacer vídeos promocionales. Quizás esto justifique su vínculo con Froilán y su círculo de amigos más íntimos. "Es una persona que se movía bien en Madrid y nos venía bien ese tirón", contaba el director de la hamburguesería Buggy Burger que en un principio se habló de que era suya.
Con este testimonio se genera una nueva incógnita en la vida de Daniel Sancho. ¿Dónde está el dinero que supuestamente Edwin Arrieta le entregó para abrir el restaurante? Una amiga íntima del fallecido aseguró al mencionado medio que el cirujano llegó a hacerle dos pagos, uno de 50.000 euros y otro de 100.000 para ayudarlo a abrir el local, una importante cantidad de dinero cuyo paradero es un misterio.
La trampa que le tendió la policía
Además, según recoge el HuffPost, Equipo de Investigación también ha descubierto algunos de los flecos que todavía quedaban pendientes de la investigación. Por ejemplo, que la policía tailandesa trató de tenderle una trampa.
La comisaría de Koh Phangan puso un anuncio en un chat en el que se encuentran los operadores de vehículos de la isla. En él, solicitaban información acerca de la persona que había alquilado una moto. Y, a continuación, adjuntan unas imágenes de Daniel Sancho en la motocicleta que había alquilado abandonando un supermercado.
Entonces, a través de ese mismo chat, otra persona le indica en qué tienda cree que pudo conseguir ese vehículo. En la de Ang Pao, dado que "las pegatinas son similares", dice en el mensaje, que han compartido en el programa de La Sexta.
Las trabajadoras de la tienda han detallado que, con esa información, la policía se dirigió a ellas. Y les hicieron una petición: contactar con Daniel Sancho "rápido" para que él acuda a la tienda. Lo primero que hicieron fue llamarlo desde el establecimiento. Le preguntaron que dónde se encontraba. Pero, cuando las autoridades llegaron a la dirección que aportó el chef, él ya no estaba allí.
"La Policía me pidió que le enviara un mensaje y que le dijera que tenía que volver con alguna excusa, como que tenía que cambiar la moto", ha detallado una de las empleadas en Equipo de Investigación. En definitiva, le pidieron que "se inventara una historia", le pregunta el periodista. "Sí, porque querían atraparle", precisa la trabajadora.
Desde la tienda, a través de WhatsApp, le preguntaron por su paradero y le pidieron que revisara el aceite del motor. El hijo de el protagonista de El Ministerio del Tiempo sólo respondió a una de las cuestiones. Aseguró que ya lo había revisado. Y la empleada, insistió.
"Perdón por molestarle. Estamos revisando la lista de clientes del último mes. Mi cliente viene mañana y puedes cambiar la moto, por favor. Podemos ir nosotros a buscarte, ha sido mi error. O, si es posible, venir tú", decía en el siguiente mensaje.
Entonces, Sancho les indicó que, en media hora, estaría en la tienda. "Pero no volvió", ha indicado la trabajadora a La Sexta. "Había seis o siete policías esperando aquí", añade.