Segú recoge Lecturas, la trágica y repentina muerte de Álex Casademunt deja a una familia completamente destrozada. El cantante había dado un giro de 180º a su vida en los últimos años a raíz del nacimiento de su única hija, Bruna, hace solo tres años. Ahora vivía centrado en su familia y en la empresa de calcetines que había formado junto a Judit Puig, su pareja que hoy llora su pérdida.
Tras varias relaciones que no resultaron como ambas partes esperaban, algunas de ellas con personas muy conocidas como la cantautora Merche y verse envuelto en alguna polémica con una participante de ‘MYHYV’, Álex Casademunt inició una nueva vida junto a Laia.
Ella cambió su suerte en 2017, “voy a ser padre, es el momento de cambiar”, dijo entonces a las páginas de Lecturas. El cantante posaba con su pareja de entonces ilusionados por un futuro en común; se les veía felices y esperanzados en esta nueva realidad que se abría ante ellos. Era una nueva oportunidad de ser feliz, de hacer las cosas bien.
Lamentablemente, su relación de pareja no perduró y al poco de nacer Bruna dejaron de estar juntos. La venida al mundo de la pequeña permitía al artista salido de ‘Operación Triunfo 1’ conocer lo que era de verdad el amor más grande y sintió una profunda necesidad de cambiar y de madurar. Tocaba hacerse cargo, crecer, como nos contaría meses después, cuando presentó a la bebé, “gracias a ella soy más responsable”.
Bruna era su vivo retrato. Misma nariz, sonrisa pícara, ojos vivos pero en color oscuro y cabello rubio. Ella era su máxima debilidad. Adoraba pasar las horas junto a esta niña alegre que tanto le recordaba a sí mismo, “mi trozo de vida”, dejó escrito en su última publicación en redes. Una imagen dedicada a la pequeña que se convirtió en el gran motor de su existencia. Paseos con ella en barco, siestas infinitas abrazados y juegos, muchos juegos. Recuerdos que ya anidan en el pecho de la niña y que servirán para sacarle una sonrisa cuando sus familiares le hablen de él. Él sembró lo mejor en ella, una semilla de absoluto amor.
Si Bruna fue la pequeña gran mujer de su vida, Judit Puig fue la última. Su amor definitivo, con la que hasta se animó a crear una empresa dedicada a la moda, en concreto, a los calcetines con diseños únicos y originales, Sonsocks; algo de lo que él se sentía profundamente orgulloso.
Los dos compartieron vida hasta el final. Unidos por un montón de sueños en común que hoy ella ve hacerse añicos con la pérdida de Álex Casademunt. Pero igual que ocurre con Brunita, el recuerdo del artista le acompañara para siempre y las vivencias compartidas conseguirán despertar sonrisas cuando la pena asome tras el duelo.