Según recoge Lecturas, con la 'nueva normalidad' en nuestras vidas, Toñi Moreno ha retomado sus compromisos profesionales con Mtmad, una experiencia que paró con la llegada del Covid-19 y es que tal y como confesaba a sus seguidores no han sido tiempos fáciles para nadie. Ahora, con el ánimo suficiente para volver a empezar ha hablado de cómo ha vivido el confinamiento en Madrid.
La presentadora de 'Mujeres y hombres y viceversa' ha confesado que su mayor entretenimiento de cuarentena ha sido "comprar, comprar y comprar. Me he liado a comprarle a la niña vestiditos". Lo que podía haber sido una situación muy común en cualquier casa ha llevado a la andaluza a reconocer que es "una manirrota".
Con un poco de vergüenza y sonrisa pícara mostraba a sus seguidores el impresionante armario de su hija Lola, quien con solo cinco meses ya tiene hasta un vestido de flamenca, y es que es algo que a pesar de los años y los consejos que ha recibido por parte de su familia no ha conseguido cambiar: "Mi madre se debe haber echado las manos a la cabeza porque ella siempre me dice 'ahorra, ahorra, ahorra' y mi abuelo Lorenzo se murió diciéndome que ahorrase".
Minutos más tarde se sinceraba: "El dinero siempre ha sido un problema. Mi madre, mi padre y mi familia siempre me han dicho que parece que tengo un agujero en la mano porque no le doy valor al dinero". Una declaración abierta que al parecer ha remediado durante la cuarentena.
Muy sincera, Toñi ha recordado como a ella nunca le preocupó el dinero porque sabía que podía ser feliz sin nada: "Mi padre trabajaba en el campo, mi madre limpiaba y yo empecé a trabajar con 14 años. En mi casa nunca ha sobrado el dinero pero he sabido vivir así". Sin embargo, reconoce que nunca ha sido una mujer precavida: "He tenido etapas en las que he podido ganar mucho dinero pero no he sido previsora, le arreglé la casa a mi madre, me cogí a mi familia y nos fuimos de vacaciones... pero lo hemos disfrutado".
Tal y como ha reconocido ella misma el cambio le ha llegado a los 47 años: "Ha coincidido con que no trabajo tengo a Lola y me ha dado vértigo porque ahora no soy yo sola. Soy muy extremista y ahora me he vuelto súper huraña y miro hasta el último euro que me gasto", bromeaba a la vez que reconocía que hay que ser prudente con el dinero.
