Isabel Preysler, en números: empresas, propiedades y contratos publicitarios millonarios

La socialite patria por excelencia solo tiene una propiedad: su casa de Madrid. Además, creó una empresa para vender sus cremas, pero la sociedad ya no está activa
Isabel Preysler también se marcó 'un Cifuentes' en una perfumería de París
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Según recoge VANITATIS, sobre Isabel Preysler y su fortuna se ha dicho y escrito de todo. Hemos leído que ganaba mucho más que su pareja, Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura. Pero también hemos leído que para montar su empresa de cremas tuvo que pedirle un aval a su hijo Enrique.

De millonaria a 'pedigüeña' pasando por todos los estados intermedios, a la socialite patria por excelencia, una mujer que lleva siendo celebrity desde hace 50 años, le han colgado decenas de sambenitos, seguramente porque nadie sabe exactamente cuánto gana ni qué tiene. Vamos a intentar desentrañar aquí algunos detalles.

¿Tiene empresas Isabel Preysler a su nombre? Dos: una para vender cremas en su nombre, y otra inactiva dedicada a la informática. ¿Tiene propiedades Isabel Preysler a su nombre? Solo una, la mansión de Puerta de Hierro en la que vive. ¿Entonces? Sabemos que la 'reina de corazones' tiene contratos con grandes marcas, como Porcelanosa y Pedro del Hierro, contratos que han superado el compromiso durante décadas y que siguen reportando beneficios a ambas partes.

Marcas, marcas, marcas

Además, Preysler colabora con la revista ‘¡Hola!’ y con otras firmas, como la joyería Rabat y algunas de ropa y accesorios. Pero a veces lo hace por amistad o porque la marca le gusta especialmente. O por intercambios. Puede suceder que Preysler tenga una salida importante y pida prestadas unas joyas que desee, sin pagar y devolviéndolas al final. Eso le funciona a ella y a la marca, sin duda. Es un win win para todos.

“Isabel siempre ha tenido más dinero que sus parejas, desde Julio Iglesias, cuando estaba con él, claro, hasta Boyer y Mario”, nos comenta una persona que ha trabajado con ella y que la trata en la intimidad. Conocedora del medio, esta misma fuente nos dice que no ha habido año en la vida de Preysler que haya ganado menos de 1,5 millones de euros. Hay que tener en cuenta que sus contratos publicitarios han ido evolucionando con los años, aunque ella nunca ha dejado de ser famosa.

Ferrero Rocher y Pronovias son otros de los grandes nombres en la carrera de esta mujer que sabe escoger bien sus proyectos. “Hila muy fino, busca marcas de mucho nivel y que paguen altas cantidades, pero, ojo, que si no le gusta una marca, no la llevará jamás, por mucho dinero que le paguen”, nos cuenta otra de las personas de su entorno profesional y personal.

"Gasta poquísimo"

Qué fue de esos ingresos, que en años malos no bajan del millón y medio… “Lleva una vida muy tranquila, convencional, austera incluso, gasta poquísimo”, nos revelan. Es cierto que su nivel de vida es alto, con muchas personas a su servicio, gustos exquisitos y una vida de élite, pero no es una persona dada a los grandes caprichos, nos dicen, ni en moda, ni en arte, ni siquiera en viajes.

Prueba de ello es su (casi) única inversión empresarial: una firma de cosmética que no prosperó. La creó junto a su hija Ana, quien todavía mantiene su participación en Jacaranda Cosmética SL, la empresa que comercializa la crema facial Preysler. Se llama My Cream y es un producto que se vende a 49 euros en su web y en farmacias. My Cream fue lanzada a principios de 2015, pocos meses después de la muerte de Miguel Boyer, y desde entonces Ana es la administradora única de la sociedad.

Sociedades inactivas

Sin embargo, sus publicaciones en redes sociales se quedaron congeladas en 2016 y su web también parece haber vivido en un 'stand by' de varios años, algo que ha cambiado recientemente, cuando la marca ha vuelto a publicitarse en el mercado. Esa falta de actividad comercial se refleja en el Registro Mercantil, donde la empresa no ha presentado cuentas desde 2015, cuando sufrió ligeras pérdidas. A esta sociedad hay que sumar la creación de Tea Rose SL, una empresa de nombre glamuroso y dedicada a "actividades relacionadas con la informática" que no tiene actividad desde 2003. Ninguna de estas empresas tiene propiedades a su nombre.

Parecida es su faceta de inversora inmobiliaria: es casi inexistente por no decir inexistente del todo. Es propietaria de una gran casa, pero no es una inversión, es su vivienda. Se trata de una propiedad enclavada en una parcela de 5.000 metros cuadrados en Puerta de Hierro, una de las zonas más exclusivas de Madrid.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. (Cordon Press)

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