Así marcó Fidel Albiac el destino de Rocío Jurado: "Él decidió y fue un gran error"

'La crónica rosa' de esRadio trató el nuevo capítulo de 'En el nombre de Rocío', dedicado a los últimos días de vida de Rocío Jurado
En la imagen de archivo José Ortega Cano y Rocío Jurado, junto a Rocío Carrasco, Fidel Albiac, Gloria, José Fernando y Rocío Flores
photo_camera En la imagen de archivo José Ortega Cano y Rocío Jurado, junto a Rocío Carrasco, Fidel Albiac, Gloria, José Fernando y Rocío Flores

Según recoge CHIC, La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Isabel González, Carlos Pérez Gimeno y Beatriz Cortázar para tratar largo y tendido el nuevo episodio de la segunda temporada del docudrama de Rocío Carrasco, En el nombre de Rocío, titulado "Matar al león".

Un episodio en el que Amador y Gloria Mohedano quedan francamente mal, como también -aunque en menor medida- Rosa Benito, explicó la subdirectora de Es la mañana de Federico, Isabel González.

Pero también uno en el que Rocío Carrasco también cuenta que fue su marido, Fidel Albiac, quien decidió que Rocío Jurado viajase a Houston para tratarse el cáncer de páncreas que finalmente acabó con su vida. Una decisión que, tal y como dijo en esRadio la periodista Beatriz Cortázar, conocedora de la situación, "luego se ha cuestionado bastante" por parte de toda la familia.

"Es Fidel quien decide que Rocío se vaya a Houston a continuar su tratamiento. Le dijo en la habitación del hospital: ‘Rocío, tienes una sola bala para matar un león y hay que ir a por todas. Una decisión que luego se ha cuestionado bastante", se contó en esRadio.

Cortázar confirmó que "fue Fidel quien decidió trasladarla y fue un gran error, así me lo hicieron saber todos los expertos. Rocío Jurado, cuando le diagnosticaron, se sometió a una operación en Madrid de casi quince horas por dos cirujanos de gran prestigio. Fue una intervención como un vestido de alta costura, larga y complicada. Al milímetro. Salieron contentos dentro de la gravedad de un cáncer de páncreas. Y después, a instancias de Fidel o de su hija Rocío, decidieron trasladarla a Houston para el postoperatorio. Algo que hoy poca gente ya hace. Seguramente, y por todas las informaciones que recabé entonces, fue el gran error. Decidieron volver a intervenirla contra el criterio médico de España porque un cirujano sabe dónde quiere tocar y qué otras manos abran heridas no da resultados. Estuvo a punto de morir en varias ocasiones, en la gravedad más absoluta hasta trasladarla a España a morir", contó Cortázar al respecto.

Rocio Carrasco también dice en este quinto capítulo, "con cierto tono de reproche" -contó Isabel González- que Ortega Cano no costeó absolutamente nada". A lo que la crónica rosa de esRadio contestó en pleno: "Como si Rocío Jurado no tuviera dinero".

Cortázar cuenta también con información de primera línea que completa la versión de Carrasco, y hasta la contradice: "Este tema lo hablé con Ortega cuando empezó la docuserie y me comentó que no le gustaba hablar de eso en público, pero también se podía pensar que en los apartamentos de la familia que usaron en Houston no se gastaron un euro porque los consiguió él por un buen amigo mexicano, además del avión y otra serie de cosas. Cada uno aportó como podía, lo que podía. Gracias a Ortega tuvieron muchos beneficios en esas estancias y viajes".

En suma, y pese a las evidentes buenas intenciones de Fidel Albiac, trasladar a EEUU a Rocío Jurado fue una decisión de la que "se arrepintieron mucho. Amador incluido. Pensaron que allí iban a conseguir lo que no se iba a conseguir. Fue un error, no tuvieron que volver a abrir a Rocío Jurado".

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