Muere a los 34 años de edad la 'wedding planner' Indara Rodríguez

La joven empresaria y bloguera ha fallecido una semana después de organizar su última boda a través de su compañía

Muere a los 34 años de edad la 'wedding planner' Indara Rodríguez
photo_camera Muere a los 34 años de edad la 'wedding planner' Indara Rodríguez

Según informa JALEOS, el suplemento de gente de EL ESPAÑOL, Indara Rodríguez, organizadora de bodas y fundadora de la empresa El sofá amarillo, ha fallecido a los 34 años.

Indara era muy conocida en Galicia y a través de las redes sociales, donde gracias a Instagram y por medio de su compañía había conseguido hacerse un hueco en el mundo de los 'wedding planner', acumulando casi 44.000 seguidores.

La empresaria gallega, madre de tres hijos, ha fallecido de forma prematura. En su cuenta personal de Instagram colgó hace tres días una foto en la que se la podía ver sentada en una silla de ruedas, de espaldas, junto a sus tres hijos. Sus tres "pitiños", como ella les llamaba.

A pesar de sus problemas de salud, no había dejado de organizar enlaces matrimoniales, por lo que la noticia de su fallecimiento ha sorprendido a sus seguidores.

Desde su empresa han querido rendirle homenaje destacando su capacidad de "arrastre", de "inventar cosas" y de "conformar un mundo sin miedo". También destacan que "Indara vivió rápido treinta y cuatro años muy intensos, inspiradores, incansables. Frágiles". Y este lunes se ha despedido prematura y definitivamente.

 

🌟 Indara se nos ha ido. Siempre nos arrastraba a todos con ella, pero esta vez, la única, se ha ido sola de viaje, pero no del todo.... Aquí nos queda el mundo que ella creó, todo aquello que inventó de manera incontrolable. Inventó momentos, inventó todo aquello de lo que sentía necesidad de rodearse: viajes, descubrimientos imposibles, personas, cosas (siempre bonitas) y sueños que conformaron su mundo sin miedo. Su mundo libre. El más libre que jamás ha existido. Hace tan solo una semana que vivió su última boda, como si hubiese podido elegir la fecha para despedirse de un proyecto que un día soñó, puso en marcha y hace casi tres años convertimos en empresa, en equipo. Un mundo de destellos únicos. Un mundo amarillo. Decía que, si la felicidad tuviese un color, sería amarillo. Pusiste nuestro mundo patas arriba. Gracias, amiga. Indara vivió rápido treinta y cuatro años muy intensos, inspiradores, incansables. Frágiles. De filias incondicionales y de fobias intolerables. Ácida y tierna en una composición imposible y única. Se ha ido sólo después de habernos enseñado a pelear por cada sueño, a no ver obstáculos en el camino, a reírnos de la mala suerte y a exprimir cada día como si fuera el último. Ha conseguido todo. Todo, y más. Hasta dejar un legado definitivo. Una vez me habló de este momento y me dijo que cuando llegase no me olvidase de deciros que os sirvieseis una copa de vino y brindaseis por la vida bien vivida. 🍷 Hoy, más que nunca… ¡mucho Joie de vivre! 💛💛💛💛💛💛💛💛💛 . . . Marta, Celia y La familia amarilla.

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