Según recoge SEMANA, llamadas en mitad de la noche, mensajes a su móvil, fotos de su madre… Rocío Flores ha explotado a través de las redes sociales donde ha querido denunciar sentirse acosada. La joven nos ha hecho partícipes de los whatsapps que ha recibido durante las últimas horas por parte de un número oculto. Le han enviado una imagen de su madre, Rocío Carrasco, durante la inauguración del Museo de Rocío Jurado en Chipiona posando con un bebé. La instantánea iba acompañada del siguiente texto: «Marea rosa. Valora lo que tienes».
La reacción de la joven no se ha hecho esperar. Ha reconocido que estaba dormida cuando le llegaron los mensajes, pero se desveló y consultó su móvil. Su sorpresa fue mayúscula: «Ver que alguien que no conozco se dedica a mandarme fotos y escribirme por WhatsApps. ¿Esto cómo se llama?», se preguntaba totalmente indignada. «No sé hasta dónde llega la maldad de la gente y el aburrimiento, probablemente esta persona esté feliz de la vida de que yo haya puesto esto pero ya me parece demasiado heavy que hasta a mi whatsapps tenga que recibir lo que recibo».
Rocío Flores, agotada de la situación
La joven también ha mostrado cómo ha recibido en las últimas horas distintas llamadas de teléfono que llegaban por parte de un número oculto. Rocío Flores ha reconocido estar agotada con este asunto y, aunque habitualmente evita comentarlo en redes, ha explicado que lo sufre de forma constante. «¿Gente sin vida?, ¿gente que se propone hacer daño a los demás? Casi nunca pongo nada de estas cosas pero SOY UNA PERSONA a mucha gente se le olvida», ha recalcado en letras mayúsculas.
Estos nuevos mensajes llegan después de que Rocío Carrasco se diera un auténtico baño de masas en Chipiona. La hija de la ‘más grande’ fue ovacionada y recibida entre aplausos y vítores durante la inauguración del Museo de Rocío Jurado. Regresó al pueblo natal de su madre para vivir un día que difícilmente podrá olvidar. Dieciséis años después de la muerte de la irrepetible artista se ha hecho realidad este sueño. Una cita que afrontó con mucha ilusión y arropada por su marido, Fidel Albiac, también por distintos familiares y amigos. Eso sí, ninguno de los miembros más mediáticos del clan Mohedano estuvieron invitados.
“Tengo el sentido de la responsabilidad por encima de la cabeza. A ver si sale todo bien y estoy a la altura”, aseguró nada más llegar al recinto. Durante su discurso inaugural recordó que su progenitora adoraba cantar y que era feliz cuando su público la escuchaba. «Soñaba con tener un museo aquí en Chipiona. Nos ha costado mucho llegar hasta aquí, pero ha merecido muchísimo la pena», afirmó.