¡Menudo trance! El primer y feo regalo de la reina Sofía a Letizia en plena Nochebuena

La primera Nochebuena de Letizia con su familia política distó mucho de ser adorable, tal como ha contado en Lecturas Pilar Eyre
¡Menudo trance! El primer y feo regalo de la reina Sofía a Letizia en plena Nochebuena
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Según recoge Lecturas, la primera Nochebuena de la reina Letizia con la familia real fue toda una prueba de fuego para la entonces novia del rey Felipe. Es indudable de que, en general y desde el principio, ha estado a la altura de las circunstancias y ha sorteado con nota los retos que se le han presentado en su papel dentro de la casa real. Y en aquella ocasión no fue menos.

Apenas sin experiencia, aún familiarizándose con la importante función como esposa del futuro rey, doña Letizia afrontó con carácter las situaciones incómodas que fueron sucediendo durante la cena navideña organizada por su familia política.

Pilar Eyre, con su pluma ágil, nos transporta a la primera Nochebuena en Zarzuela de Letizia, y revela la embarazosa posición en la que se encontró en el momento de los regalos. Y es que la reina Sofía se 'lució' con su elección...

Es natural y, ciertamente, razonable, no acertar con los detalles para alguien que no conoces bien. Y en el seno de la familia real esto no es una excepción. En el caso de la reina Sofía, se juntó su inclinación por Londres, con un regalo que poco o nada tenía que ver con la prometida de su hijo.

La suegra de Letizia pasa largas temporadas en la capital inglesa (al menos, antes de la pandemia). Allí se la puede ver disfrutando de su actividad favorita en uno de los centros comerciales más exclusivos: compras en Harrods.

Aunque sean unos grandes almacenes en los que se puede encontrar de todo a unos precios prohibitivos, sus productos no son para todo el mundo. En este caso, no para Letizia.

"Al pie de una escalera habían instalado el árbol de Navidad y la familia del rey empezó a repartir los regalos mientras los criados pasaban bandejas con canapés de pan inglés. A Letizia le tocó un feo pijama de franela y zapatillas a juego que había comprado su suegra en los almacenes Harrods de Londres", cuenta Eyre. Un regalo de lo más clásico en estas fechas pero al mismo tiempo bastante íntimo, que, sin duda, sorprendería a la actual reina.

Tras repartirse estos regalos, pasaron al comedor. "La cena se le hizo eterna a Letizia. Tenía al lado a un silencioso Marichalar, todavía muy afectado por su ictus", escribe Pilar Eyre en Lecturas sobre esta noche peculiar.

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