Sale a la luz la verdad de la ruptura entre Tamara, Isabel Preysler y Boris Izaguirre

En el fotomontaje Boris Izaguirre, Isabel Preysler y Tamara Falcó
Una de las amistades más visibles del mundo del corazón español se ha roto. Tamara Falcó y Boris Izaguirre, antaño inseparables, atraviesan un distanciamiento total tras unas declaraciones que marcaron un antes y un después en su relación. Según revela EsDiario, la cordialidad entre ambos habría dado paso a un silencio frío y prolongado.

Durante años, Tamara Falcó y Boris Izaguirre fueron un dúo inseparable en los círculos televisivos y sociales. La hija de Isabel Preysler y el escritor venezolano compartieron confidencias, programas y una simpatía pública que muchos veían indestructible. Sin embargo, su relación se habría quebrado por completo tras una polémica que, según publica EsDiario, aún sigue sin cicatrizar.

Del discurso en México al artículo que lo cambió todo

La grieta se abrió en octubre de 2022, cuando Tamara Falcó participó en un congreso religioso en México. Durante su intervención, la marquesa de Griñón pronunció unas declaraciones sobre las relaciones sentimentales que fueron interpretadas como una crítica hacia el colectivo LGTBIQ+. Aquellas palabras causaron revuelo mediático y, entre los que reaccionaron con especial dureza, se encontraba su entonces amigo y admirador, Boris Izaguirre.

El escritor y presentador respondió desde las páginas de El País con un artículo en el que expresaba su decepción y su sorpresa ante las afirmaciones de Tamara. Según recuerda EsDiario, aquella fue la primera señal pública de un distanciamiento que con el tiempo se consolidaría en un silencio absoluto entre ambos.

Un muro de silencio entre antiguos confidentes

Desde ese momento, y según apunta el citado medio, Isabel Preysler y su hija optaron por no volver a hacer declaraciones sobre Boris. En el entorno de ambas se habría instaurado lo que EsDiario describe como “un muro de silencio” hacia quien antes era uno de los invitados más habituales en sus celebraciones familiares y sociales.

La distancia se hizo aún más evidente en los últimos meses, cuando Tamara no acudió a algunos eventos significativos, como el reciente 60º cumpleaños de Boris Izaguirre, celebrado con gran despliegue de rostros conocidos. Su ausencia fue interpretada por muchos como la confirmación definitiva de la ruptura personal.

Cordialidad pública, frialdad privada

A pesar de las diferencias, Boris ha mantenido en público un tono respetuoso hacia Tamara. En alguna entrevista, incluso ha afirmado que “todo lo hace bien”, aunque EsDiario sostiene que sus palabras esconden más nostalgia que reconciliación. En cambio, del lado de la marquesa de Griñón no se ha vuelto a escuchar ninguna alusión al venezolano, ni siquiera cuando ambos han coincidido en espacios televisivos o en los mismos círculos mediáticos.

Lo que fue una relación de admiración mutua, forjada entre platós, eventos y confidencias, parece hoy una historia congelada. La crónica social pierde así una de sus amistades más luminosas y, quizás, también más sinceras en su momento.