La justicia da la razón a Miguel Bosé en la guerra con Nacho Palau por el futuro de sus hijos

El juez desestima la filiación, pero no el régimen de visitas. Nacho Palau piensa recurrir
Así ha sido el tenso encuentro entre Miguel Bosé y su ex Nacho Palau: "Nos hemos mirado a los ojos"
photo_camera La justicia da la razón a Miguel Bosé en la guerra con Nacho Palau por el futuro de sus hijos

Según recoge Lecturas, el pasado 19 de octubre, Miguel Bosé y Nacho Palau se veían las caras en el juzgado de Pozuelo de Alarcón (Madrid), en un juicio por la filiación de los cuatro hijos que tuvieron durante su relación: Tadeo, Diego, Ivo y Telmo -los primeros hijos biológicos del cantante y los segundos, con siete meses de diferencia, del valenciano-. El escultor solicitaba que se reconociera a los cuatro pequeños como hermanos, por lo que deberían crecer y criarse juntos, sin distinciones.

Miguél Bosé era tajante, no reconocía a los hijos de Nacho Palau como propios. Su intención era que los cuatro niños vivan juntos pero que no se declare la filiación entre todos. Pues bien, este sábado los abogados del valenciano emitían un comunicado a través de las redes sociales donde se hacía público la resolución del juez en primera instancia.

"La sentencia ha resuelto desestimar las pretensiones principales de filiación y estimar la pretensión subsidiaria de establecimiento de un régimen de visitas de los hijos de don Ignacio Palau y don Miguel Bosé entre sí y para con sus respectivos padres", esto daría la razón al artista que ha repetido por activa y por pasiva que solo tiene dos hijos.

A su vez, la sentencia refleja que aunque entienden que la intención de la pareja era formar una "única familia", el sistema jurídico actual "no permite efectuar formalmente la declaración de filiación solicitada".

El texto termina con la intención de Nacho Palau de recurrir dicha sentencia: "Sigue confiando en que se haga justicia con todos sus hijos".

En la actualidad, los dos hijos biológicos del cantante viven junto a él en México manteniendo un alto nivel de vida, mientras que los otros dos lo hacen en Chelva (Valencia) con el escultor y su familia, quien está trabajando en una fábrica de embutidos para sacar a los pequeños adelante. Una clara diferenciación por la que Palau seguirá luchando.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de Nacho Palau (@nachopalau) el

Comentarios