"He tenido miedo". Chiqui relata el "verdadero infierno" que ha vivido antes de su separación

La ex gran hermana confirmó hace unos días el final de su matrimonio con el padre de sus hijas tras una década juntos
"He tenido miedo". Chiqui relata el "verdadero infierno" que ha vivido antes de su separación
photo_camera "He tenido miedo". Chiqui relata el "verdadero infierno" que ha vivido antes de su separación

Según recoge Lecturas, la noticia nos sorprendía hace apenas unos días: Chiqui y Borja ponían punto y final a su relación de más de diez años y dos hijas en común. La ex gran hermana confirmaba en Instagram la noticia que avanzaba María Patiño en 'Sálvame': “Es cierto, por el bien de mis hijas y mío”, escribía en su perfil de la red social. La murciana se ha sentado en 'Sábado Deluxe' para compartir los verdaderos motivos de la ruptura de su matrimonio y ha confesado que los últimos cinco años junto a Borja han sido "un verdadero infierno".

"Llevo seis meses en tratamiento psicológico", ha compartido Chiqui, que ha confirmado que tomó la decisión definitiva de separarse el pasado 13 de octubre tras sopesarlo en varias ocasiones. "No voy a relatar lo que pasó, es muy fuerte. He tenido miedo tanto por mí como por mis hijas", ha dicho la ex gran hermana.

La relación de Chiqui y Borja ha tenido altibajos y algún escándalo público, pero ambos siempre remaron contra todo por su amor y, más tarde, por sus dos hijas. Pero, según las palabras de ella, no era oro todo lo que relucía y los últimos cinco años han sido un calvario para ella.

"Borja no se hacía responsable de las niñas ni de la casa ni nada, se pasaba 16 horas delante del ordenador y me tenía terminantemente prohibido entrar en el cuarto donde él estaba con el ordenador", ha compartido. Según Chiqui, el día a día de la pareja "no era bueno", "cada vez estábamos peor y llevábamos casi dos años sin relaciones íntimas", ha asegurado.

chiiqui llorando en el deluxe

La joven, que asegura haberlo "aguantado todo" por sus hijas, ahora es una "mujer liberada". "No podía salir, se metía incluso con mi físico, el día que me puse de parto de mi segunda hija estaba con el ordenador y yo con contracciones y ni me preguntaba cómo estaba... Ahora me dicen que tenía una venda en los ojos... No sé... No hay que aguantar ni tolerar nada, ni por los hijos no es bien para ellos. La gente no cambia por mucho que te lo digan", ha dicho sin poder evitar romperse en lágrimas.

Chiqui ha buscado ayuda, sigue en terapia y, a pesar del dolor, está abierta al amor: "solo quiero un hombre que me quiera y me respete".

Comentarios