Según informa LOOK, en un instante la vida puede cambiar por completo. Y si no, que se lo digan a Iñaki Urdangarin. Hace un año exactamente, el exduque de Palma festejaba su medio siglo de vida con una gran reunión en Ginebra a la que no faltaba su familia más directa y parte de su familia política. Hasta el rey don Juan Carlosse trasladaba hasta la ciudad del Leman para acompañar a su descarriado yerno en el que iba a ser su último cumpleaños en libertad. La sentencia del Caso Nóos aún no era firme pero todos intuían que era inevitable que Iñaki terminara en prisión, más tarde o más temprano. Y así ha sido.
Doce meses después, el cuñado de Felipe VI vive sus horas más bajas. No así su mujer, que gracias a haber saldado su deuda con la Justicia, ha conseguido lo que hasta hace no mucho resultaba impensable: regresar al seno de la Familia Real. Doña Cristina ha recuperado su posición entre los Borbones mientras que su marido paga las consecuencias de sus actos.
Desde el pasado 18 de junio, el yerno de don Juan Carlos es el único interno del pabellón masculino de la prisión abulense de Brieva. Una situación que provoca que el marido de doña Cristina cumpla una doble condena. Por un lado, la impuesta por el tribunal, y, por otro, la ‘autoimpuesta’, la condena de la soledad. Esta segunda condena hace que en el día de su 51 aniversario, el cuñado de Felipe VI vaya a sentirse más solo que nunca.
Un día normal
Tal como ha podido confirmar LOOK, no se ofrece ningún tratamiento particular a los internos con motivo de sus respectivos cumpleaños. No hay permisos ni visitas especiales, sino que toda actuación ha de seguir los criterios habituales. En el caso de Iñaki Urdangarin, al no haber cumplido aún 1/4 de su condena, no tiene derecho a permisos y si recibiese alguna visita -dato que no se hace público-, estas habrían sido solicitadas con anterioridad en los plazos que establece Instituciones Penitenciarias al respecto.
En lo referente al menú que se le servirá al exduque, no variará del resto del que reciban sus compañeras. El régimen de los internos marca que solo hay tres días al año en el que se hace una excepción en esta cuestión. Las ocasiones especiales que establece el reglamento son Nochebuena y Navidad, Fin de Año y el Día de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias. De esta manera, queda excluido cualquier ‘trato de favor’ por los aniversarios de los internos.
Lo que se desconoce es si Iñaki pudiera haber solicitado dentro de los plazos legítimos recibir la visita de sus familiares con motivo de su cumpleaños, algo que resultaría lo más lógico dadas las circunstancias. Al margen de esto, el yerno de don Juan Carlos también tiene derecho a una llamada de cinco minutos al día.
Dada la situación, solo queda esperar a ver quién se acerca hasta la prisión abulense para alegrarle al exdeportista el que probablemente sea su cumpleaños más trite, el primero de los varios que le quedan entre rejas. Con suerte Iñaki podrá comprar algún pastelito en el economato y pensar en que cada vez le queda menos tiempo para respirar aires de libertad.
Fuente: LOOK
