Según recoge Informalia, la primera aparición de la Familia Real este verano en Mallorca ha tenido su parte oficial pero también hemos podido ver algunas anécdotas, una de ellas es la que vemos en esta imagen del rey Felipe VI junto a su tripulación, todos los marineros muy risueños y entretenidos con una espontánea rubia que lucía un bikini blanco y charlaba con ellos desde otra embarcación.
Los Reyes llegaron este miércoles a Palma de Mallorca con sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía y está previsto que permanezcan en la isla hasta el fin de semana, para después iniciar sus ya tradicionales vacaciones secretas, un destino que debería en esta ocasión ser cercano ya que el monarca puede tener que atender sus obligaciones políticas en cualquier momento dada la incertidumbre con que se presenta la formación de un nuevo Gobierno, si inicia rondas con vistas a un nuevo intento de investidura en septiembre, o si se convocan elecciones generales para noviembre.
Pero no todo ha sido ortodoxo y calculado en el Real Club Náutico de Palma. El posado ante los medios, la visita a las instalaciones y los saludos de Letizia y las niñas a su padre estaban previstos. Pero una vez el rey Felipe VI ha zarpado con sus amigos en el Aifos, cuyos tripulantes son todos íntimos suyos, se ha visto esta escena que no sabemos qué le habrá parecido a Letizia: los compañeros del barco, incluido el Rey, sonreían y miraban a esta mujer que charlaba con ellos desde una embarcación cercana.
Las caras y gestos de los tripulantes lo dicen todo y no hay mucho más que añadir, excepto que resulta una anécdota divertida, fuera del protocolo, que ha hecho gracia a casi todo el mundo, aunque no sabemos si también a la Reina.
El Monarca, antes de salir a las regatas de la cuarta jornada dentro de la Copa del Rey de Vela Mapfre, ha sido como es habitual muy galante con su esposa, a al principio no ha ayudado porque no se daba cuenta, pero a la que finalmente a ha ofrecido su mano para bajar del barco y de la que se ha despedido con un casto beso en la mejilla, besos como los que les ha dado también a sus hijas. Ellas le han correspondido deseándole suerte.
MARTINA JÁUDENES
Además, según recoge ElNacional.cat, el encuentro marinero del rey Felipe y su tripulación del Aifos con la misteriosa chica rubia en un reducido bikini blanco en el puerto de Palma creó cierta confusión. Todo se ha aclarado cuando hemos sabido que la mencionada joven, que según se podía apreciar en las fotografías de los paparazzis tapaba con cierto rubor su cuerpo con una toalla, era su ahijada: Martina Jaúdenes. Hija de un amigo piloto y armador de embarcaciones, Eugenio, no sólo llamó la atención del Borbón y sus grumetes, sino que también la de la opinión pública. Su nombre ha empezado a ser uno de los más buscados en redes sociales. Tampoco ha sido una operación complicada, ya que su Instagram es público y ofrece un retrato ajustado de la vida de Martina, que sigue la estela de 'bon vivants' del padrino.
La joven empresaria y propietaria de una compañía de cosméticos naturales está casada con Luis Abascal, dueño de un grupo de restauración que se llama 'La,La,La'. El enlace tuvo lugar en la catedral de la capital balear en 2017, y las crónicas hablan de que el propio Felipe asistió a la fiesta posterior. Es muy activa en redes sociales, donde combina su actividad profesional con la exhibición de lo que parece su gran pasión: El mar, en todas sus variantes: Dentro, fuera, cerca, lejos, en bikini o más tapadita, brindando, riendo, posando, etcétera.
Martina nunca olvidará el encuentro con su famoso padrino en el puerto de Palma para verle participar en la Copa del Rey de vela. Quizás que en vez de tapar su ajustado traje de baño, hubiera preferido que la toalla la cubriera entera, de cabo a rabo.
Se hubiera ahorrado una avalancha de miradas curiosas y (algunas capciosas, seguro).
