Según recoge Lecturas, desde que falleció Rocío Jurado en el año 2006, mucho se ha hablado de la herencia de ‘la más grande’. La cantante intentó por todos los medios distribuir lo mejor posible su legado entre todos los suyos. No solo hubo para sus hijos, sino que también sus hermanos o su secretario personal se llevaron un gran pellizco.
En sus últimas voluntades, Rocío Jurado convertía a Rocío Carrasco en heredera universal de su patrimonio musical, así como de todas sus pertenencias personales y profesionales. Es decir, sus derechos, los muebles, su ropa o las joyas iban a parar a su hija mayor. Algo sobre lo que ahora Amador Mohedano ha querido hablar públicamente.
El hermano de Rocío Jurado acudió el pasado sábado 7 de marzo a ‘Sálvame Deluxe’, en donde habló sobre el papel protagonista que tuvo Rocío Carrasco en las últimas voluntades de la cantante. “En ese momento estábamos en guerra con Antonio David y se pensaba que él podría utilizar esos bienes para él, por eso mi sobrina Rocío le pidió a su madre que quitase del testamento a sus hijos para que no lo pillase el cabrón de su padre”, ha asegurado.
Sin embargo, según ha revelado Amador, Rocío Carrasco se dio cuenta antes de morir “del error que había cometido al hacer caso a su hija” al quitar a los dos niños del testamento. “Mi hermana quiso cambiar su última voluntad pero no le dio tiempo, murió antes de poder hacerlo”, ha explicado el hermano de la cantante.
Además de hablar del testamento de su hermana, Amador también se ha sincerado sobre la actitud de su sobrina. Mohedano ha asegurado que no reconoce a Rocío Carrasco. “Ella antes no era así, era una niña encantadora, pero ha cambiado desde que está con Fidel Albiac”, ha sentenciado. En su opinión, su marido está “absorbiendo a Rocío”: “Se deja llevar por él, es la única manera de explicar su comportamiento, que ni siquiera se hable con sus hijos”.
