Según recoge Lecturas, llorando y abrazadas, así se ha sido el emotivo reencuentro tras Supervivientes de Rocío Flores y la que es como una madre para ella, Olga Moreno, la mujer de su padre. La empresaria la fue a recibir a la estación de tren de Málaga y, tras cargar su equipaje en el coche, ambas se fundieron en un gran abrazo.
La joven, que vive con Olga desde que cumplió 16 años y abandonó el domicilio materno, siente a la pareja de Antonio David como el apoyo maternal que siempre ansió. Aún con todas y con esas, no pierde la esperanza de volver a retomar la relación con la que le dio la vida, Rocío Carrasco, uno de sus grandes deseos.
El 10 se acabó el confinamiento para los concursantes de Supervivientes, que han tenido que guardar una cuarentena desde que volvieron de Honduras hace un par de semanas. Ayer ya pudieron regresar a sus casas y protagonizaron escenas tan emotivas como este reencuentro entre Ro y Olga.
Olga, sin David ni Lola, los hermanos de Rocío, acudió a recoger a la veinteañera a la estación de tren. Ro no se esperaba la nube de prensa a su llegada a la ciudad andaluza. Su concurso la ha convertido en una megaestrella a pesar de su timidez. Olga la ayudó a cargar su equipaje en el coche familiar. Entonces aún guardaban la distancia de seguridad...
Tras haber mantenido la distancia al verse, en el interior del coche no pudieron aguantar más y se fundieron en un abrazo. Una escena preciosa que ejemplifica a la perfección la unión entre ambas. Olga ha sido como una madre para la joven Ro, que siempre acude a ella cuando necesita consejo o, simplemente, cariño. Las dos se abrazaron mientras lloraban. Eso sí, la mascarilla la mantenían puesta.
Olga estaba deseando ver a Ro, de cuyo concurso está muy orgullosa, como lo está toda la familia Flores. Moreno achuchó a la joven y le dio todos los abrazos que no ha podido darle en estos meses tan complicados.
Aún con lágrimas en los ojos tras el precioso reencuentro, Olga puso en marcha el coche, se limpió los ojos y pusieron rumbo al hogar familiar, donde estarían Lola y David, las grandes debilidades de Rocío. Nada más aparcar el coche, la superviviente bajo de él a toda prisa y echó a correr en dirección al portal. Todavía le esperaba la reunión más importante: junto a sus hermanos.
