Según informa Jesús Manuel Ruiz en EsDiario, este fin de semana una persona cercana (muy cercana) se pone en contacto con este periódico que asegura que "el amigo francés y anónimo" que ha hecho las fotos de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia no es más que una persona cercana a la nueva amiga del exduque de Palma que estaría interesada en que se conociese esta amistad en aras de una flagrante relación afectiva. O ya consumada.
Las fotos son de poca calidad. No están hechas por un paparazzi con las herramientas para sacar la perfección del momento. En las fotografías que publica la revista Lecturas, la mujer que puede sustituir a la Infanta Cristina en el corazón del exjugador de balonmano "llegado a más" estaría detrás.
Ainhoa Armentia no es abogada como se nos hizo creer en un primer momento. Información interesada. Información tendenciosa para crear un perfil distinto al real. Es administrativa con funciones de secretaria. Y no la antigua secretaria judicial ahora Letrados de la Administración de Justicia. Secretaria como se entiende en otro tiempo y otro momento. La secretaria que retrató en sus canciones Mocedades.
¿Ha llegado el momento de la venganza de Iñaki Urdangarin?
La fuente de ESdiario no puede conocer con seguridad si Iñaki Urdangarin sería conocedor de la presencia de estas fotos para conocer la relación. Cree que sí. Pero no tiene la certeza. La razón principal para su duda es que para Iñaki Urdangarin ha llegado el momento de la venganza. A todo precio. Él pagó prisión. Fue cabeza de turco según asegura a ESdiario nuestra fuente. Y el tiempo de cárcel no se olvida. Sólo quien ha estado en la cárcel conoce de lo que se habla.
Es la razón principal para que todo se conozca y comenzar una nueva vida. Un vida lejos de la anterior. De aquí a Supervivientes, un paso. Ya lo decía el comentarista Jaime Peñafiel, dale tiempo al tiempo que el tiempo, tiempo dará
Urdangarin pide respeto y desvela cómo están sus hijos
Este martes el ex jugador de balonmano, a las puertas del despacho vitoriano, ha reiterado que no tiene "nada más que decir" y ha pedido "respeto". Además, antes de entrar, nos ha asegurado que sus hijos (Juan, Pablo, Miguel e Irene) están "todos muy bien". Armentia, como cada día, también ha acudido a su puesto de trabajo.
