Según recoge Informalia, fuentes del palacio de La Zarzuela expresan su preocupación por el gran disgusto que se ha llevado la reina Sofía al enterarse de que su yerno, Iñaki Urdangarin, podría estar siéndole infiel a su hija Cristina y que sus cuatro nietos añadirán ahora a su calvario de la última década, no ya el fin del matrimonio de sus padres, sino la locura mediática que rodea a la noticia y que previsiblemente tendrá un largo recorrido.
La esposa de don Juan Carlos no pudo reprimir las lágrimas, según la misma fuente, cuando el martes este portal adelantó que su yerno había sido fotografiado en actitud cariñosa con otra mujer, una compañera de trabajo del despacho de abogados de Vitoria donde trabaja Urdangarin desde que se le concedió el tercer grado penitenciario. Ya este miércoles, a la reina Emérita, que siempre ha dado la cara por su yerno a pesar de todo, le enseñaron la portada de la revista en la que el ex duque de Palma aparece en actitud visiblemente cariñosa con la susodicha.
Al destaparse el escándalo económico en el que resultó imputado Iñaki, doña Sofía nunca dejó de lado al esposo de su hija, y mientras otros miembros de la Familia Real se apartaron rápidamente del marido de la infanta, la hoy reina emérita solía visitarles con frecuencia. Incluso santificó con su viaje a Washington al matrimonio posando con ellos en la capital federal de EEUU en unas imágenes que se hicieron llegar a Hola para que quedara bien claro que la Reina estaba con ellos.
Este miércoles ya se empezó a especular con que el divorcio de Cristina e Iñaki puede llegar y algunos medios se apresuran a vaticinar que en breve saldrá un comunicado oficial anunciando la ruptura.
El rey don Juan Carlos se enteró del affaire por una llamada de su hija Cristina, y, dicen, se agarró un enorme cabreo. Otro rumor apunta a que el emérito se habría puesto en contacto telefónico con su yerno para hablar del tema. De amores extramatrimoniales sabe mucho, no tanto de divorcios.
