Según recoge Informalia, la joven almeriense ha retomado su actividad en Instagram con una nueva cuenta tras cancelar la anterior. Lo ha hecho compartiendo dos bonitas fotografías con su chico, Enrique Ponce (50). Ana Soria (23) aparece vestida de blanco (en un guiño a su boda con el torero) y abrazada a su amor, que la mira embelesado. En stories, la cosa ha pasado de romántica a picante y los enamorados han compartido un beso de película en alta mar.
El torero y la estudiante han logrado superar su primer gran bache, por el que dejaron las redes sociales hace algo más de un año. La presión mediática les afectó de forma negativa, así como la situación familiar de Ponce (recién divorciado de Paloma Cuevas, con la que tiene dos hijas) y su trabajo, que estresaba muchísimo a Ana. Tras un año de retiro, tanto del foco mediático como de los ruedos, han encontrado por fin la estabilidad y la tranquilidad para afianzar una relación que promete acabar en boda: "Le voy a pedir matrimonio a Ana", dijo el de Chiva en mayo. "Ana y yo estamos muy enamorados. Ana es la mujer más increíble, en todos los sentidos, que he conocido y quiero pasar el resto de mi vida con ella. Quiero a Ana con locura".
En esa misma fecha, Enrique y Ana compraron su primera casa juntos. Está en Almería, tierra natal de ella, y tiene un valor de mercado de un millón de euros. Está cerca del mar y tiene una inmensa terraza en la que los enamorados disfrutan de los bellos atardeceres. Ubicada en una lujosa y exclusiva urbanización, cerca del campo de golf y el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, la vivienda de la pareja cuenta con dos plantas, piscina y un amplio jardín protegido de las miradas de los curiosos.
