El Rey Felipe VI y Cristina, la guerra entre hermanos no tiene fin

La relación entre Rey e Infanta se quebró tras el Caso Nóos. Estas son las claves de este enfrentamiento en el seno de la Casa Real española

El Rey Felipe VI y Cristina, la guerra entre hermanos no tiene fin
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Según informa Cristina Coro en EL ESPAÑOL, el próximo 24 de enero, Felipe VI participará en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza. Será la primera ocasión en la que un Rey de España intervenga en esta cumbre mundial a la que acuden 350 responsables de las finanzas, entre ellos, 60 jefes de Estado y de Gobierno

El Monarca estará, por tanto, unas horas pisando el mismo país en el que vive su hermana, la Infanta Cristina. Pero los dos hermanos no se verán. Don Felipe ni se plantea esa opción. Si no se vieron en el almuerzo celebrado en Zarzuela por el 80 cumpleaños de su padre, el rey emérito Juan Carlos, para encontrarse en Ginebra...

Pero la historia de España tiene mucho que contar sobre enfrentamiento entre hermanos. Una guerra cruenta fueron las tres carlistas. La pelea por un trono disputado entre los ejércitos de Isabel, hija de Fernando VII y el Infante Carlos María Isidro. Los contendientes primos hermanos. Claro que la lucha por el trono encubría algo más, como suele ocurrir. Ahora, en las nuevas monarquías la sangre no llega al río, pero si se convierte en tinta en los medios de comunicación. No vamos a esperar una tragedia como Macbeth, pero las miradas, los gestos y algunos actos pueden doler mucho más que un puñal bien clavado.

Ausencia en el cumpleaños

Los ex duques de Palma no pisan Zarzuela desde que comenzó el Caso Noos, por lo menos de forma pública. Tampoco lo hicieron en la última celebración familiar, el pasado sábado 5 de enero, con motivo del 80 cumpleaños de su padre, el Rey Juan Carlos I. Más de 70 invitados, entre familia y amigos, y una gran ausencia: la Infanta Cristina.

La imagen familiar en la comida del rey Juan Carlos, sin la infanta Cristina

Lo cierto es que el Soberano emérito había convocado a su hija menor y a sus cuatro nietos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, al almuerzo. La Infanta, que se encontraba en Roma de turismo con su familia pasando el final de las vacaciones de Navidad, renunció a viajar a Madrid al conocer que la invitación no incluía a su marido, Iñaki Urdangarín, que mañana lunes cumple 50 años.

Hay que recordar en qué situación legal se encuentra el ex jugador de balonmano, que está en libertad provisional a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la sentencia de la Audiencia de Palma que hace un año le condenó a seis de prisión y absolvía a la Infanta.

La relación se quebró

Cristina de Borbón ha vuelto a escena con motivo de su ausencia y con ella la evidencia de que la familia real tal y como la vimos y la entendimos durante décadas ya no existe. No solo porque la Infanta, y también su hermana, Elena, ya no formen parte de la representación institucional, posición que perdieron cuando pasaron de hija a hermana del Rey, sino porque, visto lo visto, la relación entre todos ellos se quebró tras sentarse Cristina en el banquillo de los acusados.

"Que la infanta Cristina, y sobre todo su manera de afrontar todo el proceso del caso Nóos, ha causado daño a la Corona, que poco a poco empieza a repararse, es una realidad y que la razón que precipitó la abdicación de Don Juan Carlos, más que su afición a las señoras y los elefantes, fue la entrada en los juzgados de su yerno y de su hija, es indiscutible. En eso estamos de acuerdo, pero ha llegado el momento de que Felipe VI perdone a su hermana". El entrecomillado anterior pertenece a uno de los pocos amigos que le quedan en Barcelona a los ex duques de Palma.

El Rey emérito junto a sus tres hijos en una fotografía de archivo

Lo cierto es que todos esperábamos ver a la Infanta Cristina en el cumpleaños de don Juan Carlos, ya que en la celebración privada posterior a la Comunión de la Princesa de Asturias el 20 de mayo de 2015 sí estuvo presente con su hija pequeña, Irene. Entonces se alegó, no de forma oficial porque oficialmente nunca sucedió, que Leonor y la menor de los Urdangarín son más amigas que primas, y que no quería que las niñas no disfrutarán juntas de esa jornada tan especial para la hija mayor de los Reyes. Entonces, ¿qué ha pasado para que las tensiones en vez de rebajarse con el tiempo entre los dos hermanos, se mantengan e incluso se acentúen?

La culpa fue del fax

Pues la culpa de la ruptura definitiva de una paz que parecía acercarse la tuvo un fax. Un papel que llegó a Zarzuela según el abogado de la Infanta Cristina el 1 de junio y según palacio el 11 de ese mes de 2015, por la tarde. La hermana del Rey, con una misiva escrita a mano, dejaba claro, y de una manera oficial, su intención de renunciar al ducado de Palma, del que su padre, el Rey Juan Carlos, le hizo entrega cuando se casó con Iñaki Urdangarín.

Renunciaba a él de manera peleona y a regañadientes, tal como dejaba claro en la carta de cuatro folios que publicó, en exclusiva, un periódico catalán. Cristina ponía de manifiesto que lo hacía ‘con disgusto e incomodidad’ y señalaba al Sindicato Manos Limpias como los principales responsables de su decisión por las ‘acusaciones infundadas’ que vertieron sobre ella.

El BOE publicó la decisión del Rey de despojar del título a su hermana la noche del 11 de junio, cuando según la Infanta ya había enviado la carta. Sin embargo, Zarzuela asegura que llegó esa misma tarde, y que Felipe VI había tomado la decisión antes de la llegada de la misiva. El abogado de la hermana del Rey mandó los cuatro folios al periódico, con fecha uno de junio, para que quedara claro que ella renunció antes de que Felipe VI se lo quitara. Ese gesto de Miquel Roca, consensuado por supuesto con su clienta, molestó muchísimo al Rey y sobre todo a la Reina Letizia. De nuevo las cosas estaban como al principio.

BOE en el que se publicó la decisión del rey de despojar el título a su hermana Cristina

No hay duda de que al Rey la decisión de apartar a su hermana de su vida, tanto pública como privada, le duele. Felipe y Cristina se llevaban bien, mantenían una buena relación, aunque mucho menos fluida con la llegada de la Reina consorte. Letizia no se lleva bien con sus cuñadas y esto no es ningún descubrimiento. Pero cuando el 19 de junio de 2014 fue proclamado Rey ‘Estaba preparado para ser un cirujano de hierro y si tenía que perder a una hermana, la perdía. La quería y la sigue queriendo, es la hermana preferida. Tenía que expulsarla de la Familia Real como se expulsa a un cuerpo corrupto, como un perro expulsa y vomita aquello que es venenoso, aquello que le hace daño. La Infanta ni es corrupta ni es venenosa pero le dañaba porque la Infanta no salió en ningún momento a decir: ‘un momento, mi marido se aprovechó de mí’, y lo hubiera podido decir, y no lo dijo porque está enamorada. Debe ser muy duro pero, salvar la corona que es de todos, merece y exige unos sacrificios que rompen el alma, y estoy convencida de que tiene el alma rota". Comenta Pilar Urbano en su libro La pieza 25. Operación Salvar a la Infanta. 

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