Crece el escándalo: Así es Marta, la otra amante del rey Juan Carlos "premiada" con 2 millones

Los testaferros del padre de rey Felipe utilizaron la misma cuenta desde donde se transfirieron 65 millones a Corinna
Crece el escándalo: Así es Marta, la otra amante del rey Juan Carlos "premiada" con 2 millones - Fotomontaje: Informalia
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Según recoge Informalia, desde hace tres años, la mallorquina Marta Gayá apenas ha sido vista en la isla que la vio nacer. Ella fue, con permiso de doña Sofía y de Corinna, el amor más sincero y duradero del rey Juan Carlos. El propio Borbón se lo confesaba en 1990 a su amigo Josep Cusí: "Nunca he sido tan feliz", tal y como se puede escuchar en una grabación hecha por los servicios secretos y difundida en 2017. Ahora sabemos que Marta también recibió generosas donaciones por parte del Rey: nada menos que dos millones de euros en dos pagos.

Las dos entregas, de un millón cada una, se realizaron entre 2011 y 2012, según oublica este lunes OK Diario. Los testaferros del padre de rey Felipe de Borbón utilizaron la misma cuenta de la offshore panameña Fondation Lucum en el Banco Mirabaud desde donde también transfirieron los 65 millones de euros del regalo a Corinna Sayn Wittgenstein, a mediados de 2012.

El digital aporta documentos y extractos bancarios que demuestran la retirada de efectivo a favor de Marta Gayá Hernandez. Tres días antes de hacer semejante regalo, tres días don Juan Carlos había recibido en la misma cuenta 1,4 millones. Cinco días después, ingresó 1,2 millones. Ambas cantidades estaban registradas en euros, aunque procedían de otra cuenta contratada en dólares.

Fondation Lucum una vez más servía de pantalla para mover el dinero del Rey emérito. Junto con Fondation Zagatka formaba parte de la trama de los testaferros para ocultar las comisiones y las transacciones internacionales. La primera desde el paraíso fiscal de Panamá y la segunda desde Vaduz, la capital de Leichtenstein, tal y como adelanta el digital.

La donación de don Juan Carlos a Gayá se producía a finales de 2011, cuando comenzaba ya a distanciarse de Corinna, medio año antes del accidente de Botswana, que provocó la expulsión de Corinna de los aposentos del Palacio de La Angorrilla, en El Pardo. El Rey emérito retomó sus relaciones con Marta Gayá después de la ruptura con la princesa alemana. La donación de noviembre de 2011 da a entender que, en ese mes, ya habían restablecido los contactos.

Don Juan Carlos y Marta Gayá fueron vistos en público por última vez en Irlanda, en julio de 2017, cuando asistieron juntos a la inauguración de la Iglesia de San Juan Bautista, que había sido restaurada por un amigo común. Después viajaron a República Dominicana, Miami y Suiza.

Pero a esta decoradora exquisita, que acaba de cumplir 71 años, nunca le gustó salir en las revistas ni ser objetivo de los focos. Por eso huyó de Mallorca cuando se publicó una foto suya con el rey emérito en julio de 2017 (abajo).

Los dos estaban invitados a la inauguración de la iglesia de San Juan Bautista en Irlanda, restaurada por un millonario amigo tanto de don Juan Carlos como de la mallorquina. Hacía 25 años que el padre de Felipe de Borbón y su gran amor mallorquín habían roto su intensa relación, y sin embargo seguían siendo amigos y permanecían en contacto. Parece que retomaron algo más que su amistad.

Un año después, se desvelaron las conversaciones de Corinna con el comisario Villarejo y Juan Villalonga, ex presidente de Telefónica, y el ex comisario Villarejo, grabadas por este último para dañar la imagen del rey y de la institución, motivos más que suficientes para que Marta Gayá, siempre discreta y ajena a los focos, se alejara más que nunca de la curiosidad pública y de la prensa.

Pero hace un año Marta Gayá tuvo que regresar a Palma obligada por la muerte de su madre, una señora de 90 años que sin embargo tenía buena salud y podía hacer una vida normal y con cierta independencia. Marta, que pasa gran parte del año viajando o en su casa suiza de Gstaad, estaba de viaje en Canadá cuando falleció su madre, y tuvo que retrasarse el entierro hasta que ella llegara. Por expreso deseo de su hija, para evitar a la prensa y mantener su habitual discreción, no se celebró ningún funeral y sólo unos pocos amigos acompañaron a Marta y a sus dos hermanos en el tanatorio. Muy poca gente en la isla se enteró del fallecimiento, como tampoco tuvo eco la muerte de su padre, Fernando Gayá, hace ya tres años.

Los padres de Marta Gayá habían sido los dueños de una importante cementera y del hotel Villamil, un elegante establecimiento en la localidad de Paguera, con terrazas y jardines con encanto, gestionado más tarde por una cadena hotelera.

Después de su divorcio del ingeniero Juan Mena, con el que estuvo casada cuatro años, y en la plenitud de sus relaciones con don Juan Carlos, la decoradora mallorquina se instaló en un ático en el paseo Marítimo de Palma frente a Porto Pi.

Sólo sus padres, sus hermanos y algunos amigos hacían que Marta Gayá regresara a Palma y cuando lo hizo fuer para salir a navegar en su barco, sin apenas dejarse ver en las grandes fiestas sociales del verano mallorquín. "Ahora que sus padres ya no están, vendrá menos que nunca", nos dice alguno de ellos.

Corinna Sayn Wittgenstein

El pasado martes se publicó que Juan Carlos I donó en 2012 a su entonces pareja sentimental Corinna Sayn Wittgenstein y a su hijo Alexander 65 millones de euros. El dinero formaba parte de un regalo que Su Majestad había recibido cuatro años antes del Rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz, con quien mantenía unas excelentes relaciones. La donación había sido transferida a través del Ministerio de Finanzas del Estado árabe.

Para ocultar el dinero sus testaferros constituyeron la offshore Fondation Lucum ante un notario de Panamá, el 31 de julio de 2008. Las gestiones fueron realizadas por la abogada Carmen de Martínez, que representaba como apoderada a la instrumental local ABA Corporate Services, despacho panameño especializado en la creación de offshores, que sirven de pantalla a inversores internacionales.

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