Según recoge Informalia, Carmen Lomana es encantadora y espontánea. Pero sobre todo es divertida. Hasta cuando se enfada. A los pocos minutos de comenzar una conversación con ella caes en la cuenta de que es tal cual se la ve: auténtica, jamás cae en la impostura, y eso le honra. Este miércoles, llamó a la redacción de Informalia.
Lomana quería protestar por algo que habíamos publicado y con lo que no estaba de acuerdo. Se trataba de un párrafo dentro de una información titulada Antonio Banderas rodará de nuevo con Penélope Cruz a primeros de año, y que publicamos este martes en exclusiva. Carmen se fijó en que había una referencia a ella dentro de la crónica de los premios Vanity Fair, a los que no acudió. La parte referida a ella decía así: "Hubo ausencias llamativas, como la de Carmen Lomana, que se multiplica en alfombras rojas de todo signo, pero esta vez no estaba en la lista de invitados, aunque cuentan que lo intentó (en vano) por todos los medios".
Carmen niega lo que decimos aquí, e incluso arremete contra el autor de la información, Martín Alegre, al que llama "mequetrefe". Pero aunque muestra una rotunda vehemencia cuando da su versión de lo sucedido, lo hace con gracia y sin perder jamás la compostura ni por un segundo. Lomana es uno de esos personajes que cuentan con el don de las formas hasta cuando insulta. Descalificar con clase en los tiempos que corren es una virtud. Y además ella maneja con soltura esa retranca de buen humor que ayuda a engrasar hasta una bronca.
Lomana es capaz de decir lo que se le venga a la cabeza y que parezca un canto al amor, aunque en realidad esté lanzando toda su furia contra alguien: "Es que habéis escrito una cosa que no es cierta", insiste sin levantar ni medio decibelio su dulce voz. "No es verdad que me pase la vida en alfombras rojas, como decís",repite. "Yo tengo más invitaciones encima de la mesa de las que os podéis imaginar, y no voy a más sitios porque estoy harta, porque son todas iguales", dice con adorable sinceridad. "El otro día tenía la fiesta de Woman, pero de la de Vanity Fair ni me enteré", asegura. "Es verdad que no estaba invitada, y que hubiera ido, porque para mí Antonio Banderas es un amigo", explica. "Pero de ahí a estar mendigando una invitación... Es que no es cierto!, repetía. "Yo organizo unas cenas en mi casa con gente que ni os imagináis, y no necesito ir a ninguna parte para estar con personas muy importantes", explica.
En la vorágine de la conversación, le aseguramos que el redactor puede equivocarse, pero que sin duda no escribió con mala intención. "Y entonces de dónde se sacó lo que escribió?", pregunta Lomana. Y le decimos: "Lo habría oído". Y ella entonces dice, no sin razón, "pues que me llame para confirmarlo".
"Es que lo he oído"
A colación de este reproche, nos deja muy fácil el siguiente capítulo: "Tú el otro día dijiste que el ministro José Bono es gay como su hijo, en Telemadrid", le espetamos. "Y contaste que lo decías porque lo habías oído". "Es cierto", nos dice Lomana, "pero lo dije sin mala intención, porque lo había oído", explica con su tierna espontaneidad la socialité. Es entonces cuando le insistimos en el tema: "Pero, ¿y eso?". Y Lomana entra: "Es una cosa que sabe todo el mundo". "Porque es un tema normalizado, que se sabe, por lo menos en el mundo en el que yo me muevo". A continuación, nos cuenta quién se lo dijo pero justo antes de ese momento establecemos el off the récord y por lo tanto no podemos contarlo. Tan solo que "fue en una cena", y hasta ahí podemos leer.
Pero le preguntamos qué hará cuando se encuentre en un acto con el ex presidente del Congreso y le diga, por ejemplo: 'Pero de dónde se saca usted que yo soy gay'. Y Carmen regresa una vez más a su naturalidad: "Pues decirle que lo he oído y que si no es cierto que me lo desmienta, o que me llame, como he hecho yo con vosotros en este caso".
Fuente: Informalia,
