Rociito no quiere saber nada de sus hijos Rocío y David mientras tengan relación con su padre

- La 'mano tendida' de Rocío Carrasco a su hija: "La he parido yo pero no tiene nada mío".

- La hija de Rocío Jurado mete en la guerra a su hijo David: "Vio pelearse a dos brujitas".

Rociito no quiere saber nada de sus hijos Rocío y David mientras tengan relación con su padre
photo_camera Rociito no quiere saber nada de sus hijos Rocío y David mientras tengan relación con su padre

Según recoge CHIC, el episodio número 9 del documental de Rocío Carrasco abundó en la nueva pesadilla de la susodicha, que según Carlota Corredera -con cierto gesto de deleite ante el dolor que iba a presentar- describió como centrado en los "los intentos de su hija y su padre de encarcelar a Rocío". Con, de nuevo, un nuevo intento de prolongar la polémica advirtiendo a esos "negacionistas que han pasado del no te creo al escache".

Un capítulo concebido como un nuevo ejercicio de justificación de Rocío subrayando que tras la pelea ella nunca denunció a su hija y nunca hubo, en consecuencia, orden de alejamiento. Todo queda así sobre los hombros de la joven Rocío Flores, "y cómo se comportó con su madre" en los meses posteriores, tal y como explicó Corredera. Pero el fin de fiesta lo proporcionó esta vez David Flores Carrasco, el segundo hijo de Rociíto y del que apenas se habló hasta ahora.

Rocío, con "moratones y un ataque de pánico", necesitaba ir al hospital tras la pelea con su hija. Pero el chófer, Paco, había llevado a Rocío al colegio. Allí la joven pidió hablar con su padre, que a su vez exigió que la dejasen salir de las instalaciones, sin éxito. Antonio David envió a un amigo para que la recogieran y Rocío Carrasco consintió porque era evidente que la niña "no podía volver a mi casa". "No quiero, no puede", llora.

Recibió una llamada de la Guardia Civil, que pidió que se personase ella y Fidel en el cuartel. El equivalente, para ella, a que "vengan a tu casa, te esposen y te lleven el furgón al cuartel". Allí identificaron a una persona de la agencia de Gustavo González tomando imágenes de Rocío, Fidel y su abogado, escondida en un coche. "Solamente lo sabía la jueza y los guardias que me llaman, les pidió la máxima discreción posible", dijo apuntando a un nuevo chivatazo de Antonio David.

Todo ese ritual fue el paso previo para recibir la denuncia por maltrato habitual que realizó la niña firmada por el padre, que conlleva pena de prisión. No quiso declarar en sede judicial para no denunciar a su hija, algo que se esforzó en subrayar que no hizo. "El que sí declaró como testigo fue Fidel, que sí quiso declarar". Los días hasta comparecer en los juzgados un mes después fueron los peores: "No me duele tanto la paliza como el hecho de que ella me quisiera meter en la cárcel. A mí la paliza no me duele, sino saber que una hija mía sea capaz de querer ver a su madre en la cárcel por algo que no ha hecho".

"Se tendrá que perdonar ella el día que se dé cuenta, porque creo que a día de hoy no se ha dado cuenta", dijo con contundencia. Y es que si su hija no se siente responsable de esos acontecimientos "es un problema de su hija", acusando a lo que ha "implementado y mutilado ese que está ahí", en referencia a Antonio David. "Creo que no se arrepiente", lamentó sobre su hija, de quien aseguró sentir "pánico" por no tener "ni un ápice mío en su cuerpo". "Yo habría sido incapaz de hacer eso con mi madre. La he parido yo pero no tiene nada mío", dijo. Rocío Carrasco dijo incluso temer por su vida durante la convivencia con su hija. "Terror con todas las letras".

La hija de Rocío Jurado ha sentenciado con claridad y dado un ultimátum a sus hijos o con su padre o conmigo: "Por mucho daño hay algo que se pondrá recomponer pero partiendo de la base de que esa persona no esté ni en la vida de mi hija ni en la mía".

METE EN LA GUERRA A SU HIJO DAVID

Por otra parte, tras arremeter contra su hija, que la denunció con posterioridad a la pelea que mantuvieron, Rocio Carrasco metió en el conflicto penal al joven David Flores, su otro hijo afectado de ciertas patologías y con necesidades especiales, que también declaró en la denuncia de su hermana contra su madre, y a quien con cariño llama "su enano".

La madre leyó en alto y esgrimió un informe posterior a esa denuncia, mostrando claramente cómo su hijo David aseguró a las autoridades que sí "vio pelearse a dos brujitas y que su madre pegó a su hermana", pero también cómo "él estaba dormido pero su hermana se lo contó". También —subrayó— que su padre le había dicho lo que tenía que decir.

Rocío Carrasco criticó duramente ese informe manejado por el juzgado que favoreció que los niños se fueran con su padre, aunque dijo a la vez respetar los dictados de la justicia, y lo esgrimió ante las cámaras. El documental lo mostró con claridad.

Antonio David intentó acusar a Rocío de no contemplar las necesidades especiales y patologías de su hijo, a quien todos se han esforzado en mantener al margen... hasta que no han podido evitar meterlo. "Nunca las he eludido, mis hijos fueron lo más importante de mi vida desde que nacieron", explicó al respecto.

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