La vida desconocida de Sonsoles Ónega: amiga de la reina, divorcio y la enfermedad de su hijo

La vida de la periodista dio un giro inesperado tras anunciar el fin de su matrimonio con Carlos Pardo
La vida desconocida de Sonsoles Ónega: amiga de la reina, divorcio y la enfermedad de su hijo
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Según informa ABC, si el nombre de Sonsoles Ónega (42 años) ya sonaba fuerte en televisión por su papel como presentadora en «Ya es mediodía», su reciente fichaje por el nuevo programa «La casa fuerte» y, anteriormente, su participación en algunos de los programas relativos a «Supervivientes», han terminado por disparar su popularidad. Pero, ¿cómo es la vida de la presentadora de Mediaset detrás de las cámaras?

Ónega es hija del también periodista Fernando Ónega, aunque durante muchos años fue una gran desconocida para la gran mayoría del público. De hecho, pocos son los que recuerdan que a su boda con Carlos Pardo, en el año 2008, acudieron los Reyes Felipe Letizia (por entonces Príncipes de Asturias). De hecho, Sonsoles actuó en su día como testigo en la boda de los Reyes. Y es que, habiendo sido compañeras en el pasado, aún les una gran amistad, aunque la televisiva siempre se ha mostrado muy precavida a la hora de hablar sobre el tema. Sabedora del interés que genera su cercanía, entiende la curiosidad de la prensa, pero el respeto hacia la Reina siempre ha estado por encima de todo.

Fernando y Sonsoles Ónega

Otros de los asistentes al gran enlace fueron Mariane SandbergRafael Velón, Joaquín Prat Jr. con su mujer y Alejandra Prat con su marido, Luis del Olmo Alfonso de Salas, entre otros.

La citada boda tuvo lugar en Santiago de Compostela y, por aquel entonces, la presentadora ya había comenzado a trabajar en Telecinco. Pardo, por su parte, siempre se mantuvo en un discreto segundo plano a pesar del rol público de su pareja. Él trabajaba en el bufete de abogados Giménez Torres, en Madrid, del que es socio. Juntos formaron una discreta familia junto a sus dos hijos Yago y Gonzalo.

A este último, el pequeño, le diagnosticaron diabetes en 2016, una noticia que trajo muchos cambios y que les supuso más de un dolor de cabeza: «La enfermedad de Gonzalo, que se le diagnosticó con cuatro años, ha cambiado nuestra vida, la dieta, la rutina… De la noche a la mañana, entré en batalla, estudiando una barbaridad y desenmascarando a la industria alimentaria», contó en una entrevista para la revista «¡Hola!». Y añadió: «Me convertí casi en una activista. Todo está muy adulterado y en el límite permitido por la ley. Fue un grandísimo desengaño, pero he adelgazado 12 kilos, así que, dentro de todo lo que conlleva una enfermedad, tengo que pensar que es lo mejor que nos ha podido pasar». 

A esta misma publicación confesó la admiración por su marido hace algo más de un año, sobre quien confesó: «Creo que una de las grandes enseñanzas es que elijas bien a tu pareja. Yo elegí comprensivo, y bien, porque mi marido respeta totalmente que haya tratado de compatibilizar todo». Y matizó: «Tratamos de que todo fluya, es difícil, por que las parejas también se resienten, claro».

Pero el pasado mes de enero salía a la luz su divorcio, tras once años de matrimonio y una convivencia que, al parecer, ya había cesado el pasado mes de agosto de 2019. Ahora, con las aguas más calmadas, Ónega, poco dada a hablar sobre estos temas, se sinceraba recientemente sobre cómo se organiza la vida tras su divorcio: «Saco tiempo porque escaleto mi vida, casi como si hiciéramos un programa, con tiempo para todo, con todo muy medido (...)Escribo los fines de semana, las semanas que los niños están con su padre, también escribo… y saco huecos de donde parece que no hay».

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