El juicio contra Rosa Lagarrigue no ha podido llegar en peor momento. Alejandro Sanz, que se encuentra en el ecuador de su gira musical, acaba de confirmar su separación de Raquel Perera, con la que contrajo matrimonio en 2012 y tiene dos hijos, Dylan y Alma. El artista tuvo que reservar el miércoles 24 en su agenda para verse las caras con la representante chilena, a la que despidió de manera fulminante en 2016 tras realizar una auditoría en sus cuentas.
Lagarrigue, una de las managers musicales más importantes del mundillo (ha trabajado con Miguel Bosé, Raphael o Malú) le acusa de romper su contrato de manera unilateral y rechazó el acuerdo que le ofrecían los abogados de Sanz: una indemnización de cuatro millones de euros.
Durante el juicio, según Diez Minutos, el intérprete de Corazón Partío se limitó a responder de forma muy escueta y cara de pocos amigos: "No lo sé", "Lo ignoro" o "Yo sólo soy el artista", unas respuestas que le valieron una pequeña reprimenda del juez.