Dinio, que ahora tiene 47 años, afirma que se rodeó de malas compañías cuando entró en el cine para adultos y entró en una espiral peligrosa: "Me gasté todo mi dinero con falsos amigos. Me pagaban 12.000 euros por bolo y si volvía a casa con mil ya era mucho". Ahora, su mujer es la que lleva las cuentas en la casa: "Cuando sale le dejo 20 euros y le quito la tarjeta de crédito". Él afirma que es un hombre nuevo: "Si me metí en eso tenía que tener la fuerza de salir de esa mala vida. No entré en un centro de desintoxicación pero me fui a Galicia tres meses. Antes de entrar en GH me hicieron pruebas de todo, no he vuelto a tocar la droga".
Una de aquellas amistades fue María Lapiedra, quien afirmó hace unos días que Dinio quiso comerse a su gato estando drogado. Él lo ha desmentido en Lecturas: "Mentira, yo amo a los animales. Además, en Cuba nadie come gatos. Tampoco es verdad que yo la metiera en el mundo del porno".
Dinio ha sido el tercer expulsado de la última edición de Gran Hermano VIP y, aunque se postula para la repesca y está deseando regresar a Guadalix, ahora disfruta de su hijo de cuatro meses, Dian: "Es muy deseado, no me despego de él. Tengo malformaciones en los espermatozoides y mi mujer, estando bien, tuvo que someterse a dos ciclos de in-vitro. Nos costó 22 meses tenerlo con nosotros". El cubano ha cumplido su sueño de tener una familia numerosa: "Tengo un hijo de 15 años y siempre he sido un buen padre. Milena tiene un hijo de 7 y le he dado mis apellidos y disciplina, que no tenía".