Según recoge Lecturas, Supervivientes 2020 llega a su fin y los cinco concursantes que aún luchan por hacerse con el cheque final, Rocío Flores, Albert Barranco, Hugo Sierra, Jorge Pérez y Ana María Aldón, se han despedido de los lugares de los Cayos Cochinos que mejor y más recuerdos le traen. La hija de Rocío Carrasco se ha despedido de un arbolito entre las rocas y el mar, que es donde aprendió a pescar y en el que más tiempo ha pasado. "Aquí empezó todo", ha contado la joven muy emocionada, "aquí descubrí un mundo que me encanta".
Pero más allá de aprender a pescar y a sobrevivir, Rocío Flores Carrasco ha experimentado un enorme crecimiento personal y emocional, y así lo ha expresado en una última y sentida confesión antes de abandonar los Cayos Cochinos para siempre. "A pesar del dolor siempre hay que aprender a dejar todo atrás y a empezar de cero", ha dicho la hija de Antonio David Flores entre lágrimas.
La superviviente, que se ha vaciado en cuanto al distanciamiento con su madre y que ha tendido muchos puentes para reconciliarse con ella durante estos tres meses, ha reflexionado en voz alta y ya ha avanzado que habrá profundos cambios en su vida familiar gracias a Supervivientes: "He podido reflexionar y a partir de ahora quiero que cambien muchas cosas respecto a mi familia", ha dicho llorando. "Lo hemos pasado mal en esta edición pero tenía que vivir esto para superar muchísimos miedos, nunca pensé que lo diría pero voy a echar mucho de menos Honduras", ha compartido Rocío Flores.
Pero la cosa no ha quedado ahí. Los concursantes han celebrado la ceremonia del fuego en la que han quemado sus deseos y Rocío no ha podido ser más clara: "Lo más importante es la unión familiar y eso conlleva retomar relaciones que a día de hoy no tengo y básicamente es tener a mi familia conmigo, estar tranquilos y bien. Basta de guerras. Nunca he deseado tanto algo como esto que he lanzado al fuego y espero que Supervivientes cumpla mi deseo".
Gloria Camila ha escuchado a su sobrina desde plató y, muy emocionada, ha expresado su deseo de que haya "un cambio por parte de las dos(refiriéndose a Rocío Flores y Rocío Carrasco)". "Supervivientes te hace superar todo lo que has vivido tiempo atrás, veo a Rocío cambiada y más fuerte", ha compartido.
LAS VOCERAS OFICIALES DE LA MADRE
Pero aunque la hija de Rocío Jurado dice que nunca se ha pronunciado sobre la relación con sus hijos, su desprecio a la petición de su hija es más que evidente al escuchar a sus portavoces oficiales tal y como se ha podido ver este domingo en el programa 'Viva la Vida', donde Terelu Campos, Alba Carrillo e Isabel Rábago, han vuelto a defender la postura de sus amigos Rocío Carrasco y Fidel Albiac y a cargar la culpa en Rocío Flores y en Antonio David.
Aunque siempre ha intentado mantenerse al margen de todo lo referente a Rocío Flores en 'Supervivientes', Terelu Campos se echaba la manta a la cabeza y explicaba en 'Viva la vida' cómo había vivido ella todos los comentarios que la joven ha hecho sobre su madre a lo largo del concurso.
La colaboradora salía en defensa de Rocío Carrasco una vez más y dejaba caer a sus compañeros que la culpa de la falta de comunicación no es solo de la hija de Rocío Jurado. Además, se mojaba en directo y reconocía qué es lo que ella había echado en falta en las continúas llamadas de atención de la joven hacia su madre: "He echado de menos en Rocío Flores un poco más de sinceridad", explicaba a la vez que creía saber el motivo por el que la joven se había mostrado cauta.
"Creo que no lo ha hecho por lo que pueda pensar su padre o que su padre se pueda sentir traicionado por ella", unas inesperadas declaraciones que Kiko Matamoros ha rebatido haciendo referencia a las últimas declaraciones en las que Antonio David reconocía que él estaría inmensamente feliz si madre e hijos logran entenderse.
Terelu se reafirmaba en su opinión alegando que "estuvo a nada de tener un acto de sinceridad y no lo ha hecho por no dañar a su padre". A la pregunta de si Rocío Flores debería pedir perdón a su madre, la hija de María Teresa Campos prefería no entrar y afirmaba que "públicamente madre e hija no deben pedirse perdón y en privado todo el mundo debería hacerlo".
En este momento, Matamoros sacaba a relucir la nula culpabilidad de David, hermano de Rocío, en esta historia y Terelu estallaba: "Por ahí no. Por David yo me muero y se me crea un nudo en el estómago", sentenciaba no sin antes dejar claro que jamás juzgaría el papel de unos padres.
