Un artículo de Jesús Manuel Ruiz publicado en exclusiva en EsDiario
Lunes. 20.30 horas. Teatro Gran Vía de Madrid. La artista extremeña Pilar Boyero sube el telón. Suena Como las alas al viento que da comienzo al espectáculo Algo se nos fue contigo. Boyero no está sola. La acompaña la Orquesta Sinfónica de Extremadura. Una voz prodigiosa y un control del escenario extraordinario.
Pilar no es una folclórica al uso. Su dominio de la palabra la hace diferente. Se nota su formación universitaria. Es licenciada en Derecho. Algo que la acerca a Fidel Albiac al tiempo que la distancia. En el día a día. Pilar Boyero es generosa con los suyos. Pendiente en todo momento de su orquesta. De su gente y cediendo el protagonismo a cada uno de ellos. Uno por uno. Con un clavel rojo al que entrega al final del espectáculo.
Pilar Boyero pudo salir al escenario la noche de este lunes. No las tenía todas consigo. Este fin de semana, su equipo recibe varias llamadas de parte de Rocío Carrasco y compañía. No quieren que se celebre el concierto en esos términos.
El cartel anunciador de Boyero tiene la imagen de Rocío Jurado. Esto no puede ser para Rocío Carrasco y sus asesores. Quieren que quite la imagen de La Más Grande.
La respuesta de la producción es contundente. No. Es un homenaje delicado y respetuoso. Y por otra parte, ya no hay tiempo para los cambios que solicitan. Todo esto sucede cuando Carrasco y compañía leen la información de ESdiario publicada en la mañana de este pasado sábado.
A Rocío Carrasco no le importa la calidad del homenaje. Ni lo pregunta. Su prioridad es otra. Si se utiliza la imagen de su madre, se tiene que pagar. Cobrar en definitiva. En ese momento, producción le dice al intermediario que están invitados al estreno. Ni intención de ir.
Rocío Carrasco no aceptó la invitación para asistir al homenaje a su madre
La parte de Carrasco cree entender que se están riendo de ellos. Lejos de la realidad. Es una invitación en toda regla. A ellos no les importa la verdad. Quieren sus derechos como heredera legítima. Pilar Boyero sale al escenario. Humilde y grande. Con respeto y un trabajo muy bien hilvanado con un hilo conductor totalmente motivado.
Rocío Carrasco mandó llamar el sábado. Antes del concierto. Todo hubiese sido distinto si en lugar de hacer esa llamada este pasado fin de semana hubiese asistido al homenaje a su madre este lunes en la Gran Vía de Madrid. Quizás no hubiese llamado. Quizás, entendido con los parámetros del afecto y no los crematísticos. Pilar Boyero volverá a Madrid. El público se quedó con ganas de más. El público no echó en falta a Carrasco. Estaban viendo a Jurado.
