Según recoge Informalia, sopló las velas el pasado 25 de febrero pero ha sido este jueves cuando ha reunido a amigos y familiares en Madrid para celebrar por todo lo alto el medio siglo de vida. Eso sí, gratis, porque como ya adelantó Informalia en primicia, el local le ha regalado la cena y el guateque a cambio de publicidad. Por eso, Julio José ha atendido a los medios de comunicación y se ha ganado un hueco en los digitales lanzado varias pullitas contra Iñigo Onieva y Mario Vargas Llosa.
Lo ha hecho con la simpatía y la educación que le caracteriza, pero no se ha cortado ni un pelo cuando le han preguntado qué le parecía el relaciones públicas que va a desposar a su hermana Tamara el próximo 8 de julio: "A quien le tiene que gustar es a ella", ha respondido. Una respuesta muy vaga para dirigirse al que será su cuñado y del que hace no mucho (cuando le fue infiel a la marquesa de Griñón ante toda España) dijo: "Mi hermana merece otro tipo de hombre, que esté a su altura en cuanto a sentimientos y bondad. Mejor que esto haya pasado antes de la boda".
Tampoco se ha librado Mario Vargas Llosa, que ha protagonizado la segunda gran ruptura de Villameona en 2022. Tras ocho años, el Nobel e Isabel Preysler pusieron fin a su relación: "Mi madre está muy bien, no me sorprendió la ruptura con Mario porque las relaciones empiezan y acaban. Cuando dos personas no están bien, lo mejor es separarse", ha dicho. "No sé si se ha portado bien o mal con mi madre, pero mis padres tienen una relación muy bonita, muy respetuosa, y si él (Julio Iglesias) ha salido a defenderla de Vargas Llosa, es por algo". ¡Zas!
Polémicas a parte, Julio José estaba muy ilusionado por esta nueva etapa que afronta junto a su novia, Vivi di Domenico: "Llevamos ocho meses juntos y estamos muy bien, muy felices". Eso sí, de boda nada de nada: "¡Pero si me acabo de divorciar!", ha dicho. "Lo que sí quiero es tener hijos ya. No quiero que me pase como a mi abuelo, que los tuvo a los 80".
