Según recoge Diario Gol, Toñi Moreno no pasa por un buen momento durante esta cuarentena. Se encuentra sola en Madrid con su hija Lola de tan solo tres meses. Y para colmo no para de recibir noticias. La última, las duras declaraciones declaraciones de Lola Ortiz, concursante de MYHYV.
Lola Ortiz, concursante de MYHYV, recibió una amarga noticia hace un par de semanas. Ella misma contó en sus redes sociales que su padre había fallecido tras luchar contra una larga enfermedad. Aún así, la joven ha mantenido que nunca tuvo ninguna relación con él porque éste nunca la había querido ni la había aceptado desde pequeña.
"Como muchos ya sabéis, ha fallecido mi padre por cáncer. Me apetece contaros cómo me encuentro. Él ingresó en el hospital y yo acababa de empezar el encierro en casa. Fue casi a la par. Le ingresaron porque él ha tenido cáncer de próstata desde hace mucho tiempo pero nunca se trató. Él no se quiso cuidar. Ahora ya ingresó grave. Altibajos, para arriba y para abajo", ha comenzado diciendo la que fuera concursante de MYHYV. "Ha sido un cáncer fulminante", dicen en redes.
"Yo no sabía como sentirme cuando ya pasó semanas desde que fue ingresado, pues yo me sentía muy rara. ¿Qué hice? Llamé a mi psicóloga. Después paré la terapia al entrar en la situación que estamos. Pero cuando pasó lo de mi padre la llamé diciéndole que me sentía rara, que no sentía nada. Siento la misma pena que podría sentir por cualquier persona que está en el hospital", ha continuado diciendo.
"Ella me decía “a ver Lola, es que es normal. Cada uno vive sus emociones acorde con las circunstancias, con lo que ha vivido con esa persona”. Claro, a mí esa persona me ha hecho daño. No sabía cómo gestionar el hecho de no sentir nada. Me sentía fría", asegura Lola reafirmándose de nuevo en la mala relación que mantenía con su progenitor.
"Yo con él siempre he sentido tanta rabia porque nunca me quiso y por todo lo que hizo. Por como llevó su vida y las malas decisiones que había tomado a lo largo de su vida. Ella me dijo que esto era normal. Llegó el día que me llamó mi hermana y me dijo que había muerto. Fue rarísimo. No lo llegas a asimilar en ese momento", ha explicado visiblemente muy emocionada por lo que acaba de contar.
Pensó que esto no le afectaría, pero le está costando asimilarlo y tampoco ayuda estar sola en casa. "Después llegó el momento en el que me hizo pum y me dio el bajón. Empecé a pensar en cosas, en recuerdos… y me dio un bajón. Empecé a llorar de rabia. No quería sentir esa rabia porque me parecía algo insensible. Yo no elegí que no me quisiera. A mí eso me creó un trauma. Fue como una rabia acumulada de toda la vida. No sabía controlar todo eso. Estuve llorando horas y horas y horas… Tuve todo tipo de emociones, todas negativas. Ansiedad, angustia, llorar, tristeza, rabia… de todo", ha continuado diciendo.
En estos momentos tan difíciles ha encontrado apoyo en su familia. "Necesitamos a nuestra familia, necesitamos expresarlo, necesitamos soltarlo, llorar, chillar, lo que sea… Pero que no esté dentro de mí", ha dicho.
"Me estaba taladrando ya el cerebro, yo creía creer que no me estaba afectando y lo estaba haciendo muchísimo. Me quedé dormida y me desperté tardísimo. Bajé las persianas y no quería saber nada de nadie. Me desperté con videollamadas de todos, de mis amigos, de mi familia… Fue horrible", ha recordado la joven.
Al conocer el fallecimiento de su padre pasó unos días con dolor de cabeza, espalda, tenía ansiedad y estaba muy triste. Lloraba por cualquier cosa, a veces sin motivo aparente. Lola no quiso pasar por esto ella sola, así que habló con la policía para obtener un permiso para viajar. Podía hacerlo por defunción. Finalmente encontró un billete destino Canarias y pudo irse con su hermana, donde debería pasar 20 días de cuarentena.
