Según recoge la revista Lecturas, Ana Rosa se encontraba, por sorpresa, con uno de los momentos más incómodos que ha vivido en los últimos tiempos en El programa de AR. Y todo por culpa de Susanna Griso. Bueno, de Espejo público, que tampoco es cosa de la presentadora. En pleno directo con Juana Rivas y su abogado, este se molestaba con las preguntas de la reportera y se arrancaba el pinganillo sin dudarlo. ¿Qué estaba pasando? Por suerte, Ana Rosa intervino y la sangre no llegó al río...
La guerra de contenidos entre las reinas de las mañanas es algo inevitable. La actualidad manda y es imposible que los programas no traten de quedarse con las exclusivas antes que nadie. Eso es algo que todo el mundo sabe pero que no debe llegarle al espectador. No al menos de forma evidente. Claro que, entonces, algo se va de las manos y lo que podría haberse quedado en nada se convierte en un plantón en directo del que no puede escapar nadie.
Ana Rosa se disponía a hacer una conexión con Juana Rivas y su abogado sin imaginar que no terminaría de la forma en la que lo tenía pensado. La reportera, lejos de dirigirse al profesional, interrogaba directamente a Rivas, despertando el enfado del abogado. “¿Cuál es su preocupación? ¿Por qué se enfada?”, intervenía Ana Rosa después de que el letrado se quitase el pinganillo visiblemente molesto. La explicación pasaba por la competencia, Espejo público.
“Yo he quedado con tu compañera que hago una valoración”, explicaba. “Pero me han llamado primero de Antena 2 y mi compromiso es que Juana hable con ellos primero”. Ahí empezábamos a entenderlo todo. “O sea, el problema es que ha quedado usted con otra cadena y no quiere que haga declaraciones”, le apuntaba la presentadora. El abogado respondía que así era, que lo primero eran los compromisos adquiridos.
“Usted tiene que entender que si tienes a Juana ahí, ¿cómo no le vamos a preguntar? Somos periodistas”, trataba de explica Ana Rosa. “No se preocupe, que nosotros tenemos entrevistas con Juana de horas”. Ana Rosa se ceñía a los deseos del abogado y tan solo le mandaba a Rivas un mensaje. “No te voy a preguntar nada. Solo te voy a mandar un beso y que ojalá todo salga muy bien”.
Fuente: Lecturas
