Según recoge Lecturas, Karelys Rodríguez se ha deshecho de su coraza para hablar de la cuestión más dolorosa de la relación secreta que la arrancó del anonimato. Los ocho años que, cuenta, mantuvo un contacto íntimo con Cayetano Rivera de manera intermitente e incluso a espaldas de su matrimonio con Eva González la han marcado para toda la vida. Aunque esté enfocada en pasar página, Karelys Rodríguez reconoce en Lecturas que el proceso se está convirtiendo en una travesía por el desierto. "No consigo olvidarle", pronuncia amargamente durante la entrevista exclusiva. Pues si es consciente de algo es de la enorme decepción que siente por la actitud del torero, y lo hace todo más doloroso.
La abogada siente que la dejó indefensa y desarmada cuando salió todo a la luz, pero si hay una decisión de Cayetano Rivera que la hundió ese fue en el que el torero se encontró en una encrucijada que afectaba a su relación con Eva González y que le dejó claro qué lugar ocupaba en su vida.
Y la burbuja explotó. Karelys Rodríguez era muy feliz en sus encuentros con Cayetano Rivera. Era un subidón de adrenalina y emoción cada vez que recibía un mensaje suyo, cada vez que conseguían verse. "Recibía un mensaje suyo y me daba la vida. ¡Me entraban unos nervios en el estómago! (...) Para mí era como: “¡Ay, Caye!". Tenía un sonido para cuando él me escribía", recuerda melancólica.
Sin embargo, rápidamente se agolpan en su memoria otras situaciones de un sufrimiento difícil de soportar. Si bien, el volumen de imágenes de la mediática de boda del torero con la presentadora Eva González en noviembre de 2015, resultó abrumador para Karelys, la coyuntura que puso a prueba su aguante fue antecedente de aquel 'sí, quiero' en Mairena de Alcor (Sevilla).
"Cuando peor lo pasé fue cuando él volvió con Eva. Decía: “¡No puede ser!”. Me infravaloré, llegas a pensar: “¿Por qué le gusto yo?”. Es como si él estuviera por encima, como si yo fuera un trozo de mierda", son las duras palabras con las que se castiga.
Porque hundida, Karelys Rodríguez es consciente y reconoce que Cayetano "no me prometía que se iba a casar conmigo ni que iba a estar conmigo el día de mañana. No hacía falta, vivíamos en una burbuja". La esperanza destruida por la actitud que mostró después de que todo saltara por los aires, hacen que Karelys tenga claro que tiene que pasar página.
"Él no me defendió, es lo que más me ha dolido. Me he sentido totalmente abandonada, he sentido que me han echado a los lobos para que me coman. Decía que su forma de protegerme era que todo se quedara como estaba, que yo no me defendiera, que no hablara. "Es lo que te viene mejor, Karelys”, me dijo. Esa es la forma de protegerse él, pero no a mí".
