Reconocimientos a la alta gastronomía, como el que ha recibido a mejor cocinero de 2021 Jesús Sánchez, del Cenador de Amós (Cantabria), y elogios a las casas de comida se han sucedido este martes en la entrega de los Premios Nacionales que otorga la Real Academia de Gastronomía (RAG) y que han cumplido su 47 edición.
Desde 1974 se han concedido 342 premios, no siempre entregados en galas como la celebrada en el Museo Reina Sofía de Madrid, que ha contado, entre otras autoridades, con la presencia de la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morán, y el de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quienes no han escatimado elogios al trabajo del sector gastronómico.
De hecho, Morán ha anunciado que la RAG verá incrementado su presupuesto de 2023 en un 35 por ciento porque su función resulta "vital para preservar el legado y potenciar la relación entre alimentos, los seres humanos y el entorno en que se desarrollan" y porque la gastronomía "como la ciencia, implica estudio e investigación y acopio de saberes".
Es el caso de Jesús Sánchez, del triestrellado Cenador de Amós en (Villaverde de Pontones, Cantabria), que ha recogido hoy, emocionado, el Premio Nacional de Gastronomía a Mejor Cocinero, aunque su nombre y el del resto de galardonados ya se había dado a conocer en los pasados días.
Ha recordado cómo empezó sirviendo menús por 6 pesetas, que luego ascendieron a 500 cuando abrió en 1993 con su pareja personal y profesional, Marián Martínez, Cenador de Amós, que luce tres estrellas Michelin y una verde que premia su compromiso con la sostenibilidad.
Un crecimiento personal y profesional en el que siempre ha intentado trabajar "con excelencia y respeto a la profesión", ha dicho quien ha reconocido que la hostelería es "la punta del iceberg" de un sector que comienza por quienes la abastecen de "buenos alimentos para que nuestra pasión siga creciendo".
El "vértice de la pirámide" que no debe hacer olvidar las casas de comida, ha reclamado el galardonado a la Mejor Comunicación, Javier Pérez Andrés, quien ha hecho un canto "al medio rural -especialmente al suyo, el de Castilla y León- a los pequeños restaurantes, a esos que llevan más de 25 años abriendo sus puertas para que podamos comer por 15-20 euros", porque ha dudado de si la "supremacía gastronómica reside en la vanguardia y en los precios elevados, sin negar la fuerza de la innovación".
También ha loado la humildad Abraham García, quien ha recogido el premio Toda una Vida. Este cocinero que fue pionero en casi todo y hoy comparte fogones con su hija Julieta en Viridiana (Madrid) ha tenido un recuerdo para la cocina de anteriores generaciones que "sublimaban la precariedad" y ha mostrado su "profunda admiración por la cocina de madres, abuelas y de terruño".
La RAG también ha querido mirar al futuro con el nuevo galardón al Talento Joven, destinado a menores de 30 años vinculados a todas las etapas de la cadena alimentaria. La primera en recibirlo ha sido la marinera gallega María Maceiras, que divulga prácticas sostenibles de pesca en TikTok. "Espero que muchos jóvenes hagan como nosotros", ha dicho en gallego.
La arabista Manuela Marín, premiada por su labor de investigación e innovación en el ámbito gastronómico, lo ha dedicado a quienes se dedican a su especialidad, y la sumiller Cristina Díaz, reconocida por su trabajo en el restaurante Maralba (Almansa, Albacete) se ha comprometido a continuar "contando las historias" que le transmiten los vinos que escoge y sirve, principalmente de pequeños productores y del entorno.
Cristina Prados, de BonAmb (Jávea, Alicante) se ha llevado el premio al mejor jefe de sala, y ha reconocido, en estos tiempos de falta de personal en la hostelería, que su dedicación al trabajo le ha llevado a perder "mucho de tiempo de calidad" con su familia y amigos, aunque se ha mostrado orgullosa de contribuir a hacer que los comensales "sean felices".
La presidenta de la RAG, Lourdes Plana ha recordado que la gastronomía está relacionada con "más de 17 objetivos de la Agenda Sostenible de 2030", como el hambre cero, la promoción de una buena alimentación, la innovación, la igualdad de género, la sostenibilidad y la erradicación del desperdicio alimentario.
El ministro Planas ha cerrado el acto con una intervención en la que ha destacado que la importancia de un sector que supone el 10 % del PIB español, además del 22 % de todos los trabajadores del país.
Ha alabado el trabajo de quienes han conseguido que sea "uno de nuestros principales activos de la imagen y la reputación en el exterior" y ha prometido apoyo del Ministerio "al valor añadido de la hostelería", gracias a profesionales que consiguen que "se coma bien en bares, chiringuitos, tascas y salones gourmets".
