La DO La Mancha actualiza su reglamento para reforzar el control de los vinos

El objetivo prioritario del reglamento es contribuir a que se siga potenciando la calidad de los vinos, así como regular las normas de funcionamiento del Consejo, basándose sobre todo en la precinta de garantía o tirilla que se facilita cuando cuenta con la partida apta validada por la empresa de control con la que trabaje la bodega

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DO) La Mancha está ultimando la redacción de su reglamento interno, que especifica de forma mucho más detallada y minuciosa los requisitos que deben cumplir las bodegas que deseen comercializar vino amparado por esta denominación.

El objetivo prioritario del reglamento es contribuir a que se siga potenciando la calidad de los vinos, así como regular las normas de funcionamiento del Consejo, basándose sobre todo en la precinta de garantía o tirilla que se facilita cuando cuenta con la partida apta validada por la empresa de control con la que trabaje la bodega, ha informado la DO en nota de prensa.

Además, el reglamento interno determina que la propia entidad, como órgano de gestión de los vinos con Denominación de Origen, pueda requerir a sus operadores los registros pertinentes para verificar que la tirilla que otorga a los vinos cumple con lo establecido en la normativa aplicable y en la categoría de vino a la que se entrega.

En definitiva, si dispone de existencias de vino suficientes según la variedad especificada, la añada o el tipo de vino (joven, tradicional, crianza, reserva o gran reserva).

La firmeza y la estricta vigilancia forman parte de la supervisión por la calidad establecida en el seno de la Denominación de Origen con sus bodegas, que voluntariamente se han autoimpuesto un Pliego de Condiciones que dé garantías al consumidor al respecto de la trazabilidad y calidad del vino al amparo de esta figura de calidad.

Desde el año 2007, una vez que el Gobierno de Castilla-La Mancha estableció que los controles de calidad y trazabilidad de los vinos se tenían que hacer a través de empresas acreditadas en la Norma UNE-EN/ISO 17065 Certificación de Producto, el Consejo Regulador apostó por crear su propia empresa certificadora, la Empresa de Control e Inspección La Mancha (ECI La Mancha).

Esta empresa logró su acreditación por parte de ENAC en 2011 y fue la primera de Castilla-La Mancha en hacerlo y una de las pioneras de España.

Posteriormente, cuando hubo garantías plenas de que era posible integrar la empresa de control dentro de la estructura del propio Consejo Regulador, en enero de 2019 se llevó a cabo la absorción, comenzando a operar tal y como venían haciendo en otros lugares de España.

Estas auditorías supervisan anualmente la producción, el stock de existencias de vino y las declaraciones obligatorias que debe realizar en el sector vitivinícola, publicadas posteriormente por el propio Ministerio.

Además, el auditor establece una recogida aleatoria de muestras de producto que posteriormente se someten a diferentes controles de calidad.

La calidad y el rigor técnico en sus controles, junto con una mayor y paulatina profesionalización de las estructuras comerciales de sus bodegas y su apuesta por el vino embotellado ha favorecido una progresión de mercado, con una media de 77,5 millones de botellas comercializadas en los últimos siete años, siempre según fuentes de la denominación. 

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