Los Veintisiete acuerdan una posición común sobre la directiva para salarios mínimos dignos

España se encuentra entre los países de la Unión que impulsan esta directiva europea, entendiendo que la medida significa avanzar en una Europa más social
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, conversa con la consejera castellanomanchega de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, este lunes en Bruselas
photo_camera La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, conversa con la consejera castellanomanchega de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, este lunes en Bruselas

Los países de la Unión Europea han acordado este lunes una posición común para una directiva que promueva salarios mínimos dignos en la Unión, fijando un marco común europeo que mejore la prosperidad y la cohesión social en el bloque.

Después de estudiar la iniciativa presentada por la Comisión Europea hace un año, los Veintisiete han acordado una base para impulsar sueldos mínimos adecuados, favorecer la negociación colectiva y mejorar la protección de los trabajadores.

Se trata del primer paso para aprobar una directiva sobre salarios mínimos, una medida que se negociará ahora con el Parlamento Europeo y que busca avanzar en el pilar social de la UE y garantizar una mayor prosperidad en el conjunto de la Unión.

"Es un importante paso con el que nos comprometemos a que en Europa la gente pueda vivir de su trabajo. Debemos tener sueldos justos y no podemos basar nuestra competencia económica en sueldos bajos", ha señalado el comisario de Empleo, Nicolas Schmit.

El político luxemburgués se ha mostrado optimista de cara a la negociación con la Eurocámara y espera contar con la directiva en un futuro cercano. Esto pese a las discrepancias de algunos países de la UE, ya que la posición común ha salido adelante sin el apoyo de Hungría y Dinamarca, que defienden sus propios sistemas, mientras que Alemania y Austria se han abstenido.

Pese a que la normativa no obligará a fijar un salario mínimo a nivel de la UE y se limita a establecer mecanismos y herramientas para revisar al alza los sueldos, Schmit ha celebrado que supone un cambio de paradigma para Bruselas ya que "nadie habría esperado esto hace unos años".

"Los salarios han estado bajo presión en algunos países de la UE para ir a la baja y ahora mandamos un mensaje fuerte para contar con instrumentos que avancen en una mayor convergencia al alza", ha insistido.

Por su lado, el ministro de Empleo de Eslovenia, Janez Cigler Kralj, país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE, ha defendido que el bloque "no puede aceptar que haya personas que ponen toda su energía en su trabajo y aun así viven en la pobreza y no tienen una vida decente". "Esta directiva será un gran paso para lograr este objetivo", ha asegurado.

Para mejorar los salarios mínimos en el seno de la UE, aquellos países que cuentan con esta figura en su legislación laboral fijarán un marco nuevo para actualizarlos de acuerdo a una serie de criterios "estables y claros". La idea es que el salario mínimo se actualice cada cierto tiempo y de manera regular, también se contempla que se pueda ajustar automáticamente con mecanismos de indexación.

Otro de los elementos clave de la iniciativa es aumentar la negociación colectiva. Los Veintisiete han recalcado que esta resulta clave para contar con salarios más altos y mejores coberturas a los trabajadores, por ello, la propuesta pide a los Estados miembros planes para impulsar la negociación colectiva en los sectores en los que sea inferior al 70 por ciento.

España se encuentra entre los países de la Unión que impulsan esta directiva europea, entendiendo que la medida significa avanzar en una Europa más social. La vicepresidenta del Gobierno y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, ha celebrado que con la propuesta el bloque "entiende, al fin, que una Europa de futuro es incompatible con salarios bajos y condiciones de vida precarias".

Existen grandes diferencias entre los Veintisiete en lo que respecta a la cobertura de los trabajadores por acuerdos colectivos y salarios mínimos, algo que tiene que ver con los distintos sistemas laborales entre Estados miembros. El Ejecutivo europeo se ha comprometido a respetar las características y tradiciones de los sistemas nacionales, algo que reclamaban los países nórdicos.

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