UPA pide actuaciones urgentes de mercado en el Comité del Vino Hispano-Francés-Italiano

El responsable de Vino de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Alejandro García-Gasco, participó esta semana en el Comité Mixto Hispano-Francés-Italiano del Vino celebrado en Roma
La organización agraria alerta de la crítica situación que atraviesa el sector vitivinícola europeo —con caídas en producción, consumo y precios— y reclama medidas que garanticen la viabilidad económica y social de regiones productoras como Castilla-La Mancha.

El responsable de Vino de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Alejandro García-Gasco, participó esta semana en el Comité Mixto Hispano-Francés-Italiano del Vino celebrado en Roma, un foro que reunió a representantes del sector para analizar los principales retos que afrontan los viticultores a corto y medio plazo. La organización trasladó la preocupación de los productores españoles, especialmente los de Castilla-La Mancha, ante la falta de medidas eficaces para estabilizar el mercado.

Una campaña corta y un consumo a la baja

En la reunión se evidenció que la temporada vitivinícola europea ha sido notablemente corta, con una producción de 150 millones de hectolitros, muy por debajo de la media de campañas anteriores. Francia ha producido alrededor de 37 millones de hectolitros, España unos 34 millones e Italia en torno a 47 millones. Todo ello en un contexto de descenso del consumo de vino y una pérdida continua de valor en los mercados internacionales, lo que afecta directamente a la rentabilidad de las explotaciones.

UPA subrayó que el problema en España no es un exceso de vino, sino una crisis de mercado derivada del comportamiento del consumo y de los precios a origen. La organización advierte de que esta situación puede agravarse si en los próximos años se registra una cosecha más abundante sin mecanismos de regulación adecuados.

Críticas al enfoque de Bruselas

La organización también mostró su rechazo a la nueva propuesta de la Comisión Europea para el sector, al considerar que plantea un modelo fragmentado por países que deja toda la responsabilidad y financiación en manos de los Estados miembros. UPA teme que esta vía conduzca a un “sálvese quien pueda”, en un mercado altamente globalizado y condicionado por factores como el cambio climático y el auge de nuevos productores internacionales.

Impacto en el medio rural

La caída de los ingresos afecta especialmente a regiones vitivinícolas como Castilla-La Mancha, donde el viñedo es pilar económico, social y ambiental. La falta de rentabilidad compromete el trabajo de miles de familias y la supervivencia de numerosas explotaciones familiares, fundamentales para evitar la despoblación y mantener la actividad agraria.

Por ello, UPA pedirá reuniones con el Ministerio de Agricultura y con la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha para seguir la evolución de la campaña y articular una posición común que permita defender los intereses del viñedo español en los debates europeos.