El "subidón" a contracorriente de encontrar trabajo por la pandemia del coronavirus

La crisis de la COVID-19 ha arrasado en solo un mes con el trabajo de unas 889.000 personas en España
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La crisis de la COVID-19 ha arrasado en solo un mes con el trabajo de unas 889.000 personas en España, tiempo en que también algunos han nadado contracorriente al dar con el empleo que buscaban desde tiempo atrás, un "subidón" más común en sectores como la limpieza, la atención social o el agroalimentario.

A sus 18 años, Olga Azor llevaba sin empleo desde el mes de diciembre y justamente empezaba de camarera en un bar el fin de semana del 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma.

Cerraron el establecimiento y pocos días después le llegó su "golpe de suerte": se ha convertido en una de las 13 contratadas temporales en la residencia pública de ancianos de Rafelbunyol (Valencia).

"Estoy muy contenta. Es el mejor trabajo que he tenido hasta el momento y no lo habría encontrado si no hubiera pasado esto", cuenta a Efe esta joven que se siente útil cuando desinfecta a conciencia para que la COVID no entre a la residencia.

Es consciente de que el trabajo será temporal y planea estudiar para ser auxiliar de enfermería en el futuro. "El trabajo me gusta mucho. Normalmente para entrar ahí tienes que hacer un examen porque es un buen empleo", explica a Efe esta joven.

Almudena tiene 27 años y dos carreras. Tras una experiencia laboral insatisfactoria en el sector de la educación infantil, estaba buscando trabajo "de lo que fuera" desde después del verano, a la vez que preparaba oposiciones. No encontraba nada: ni en almacenes de naranja, ni en supermercados, ni en tiendas de ropa.

Estaba a la espera de nuevas contrataciones en una cadena de ropa deportiva previstas para marzo, pero el decreto del estado de alarma la llevó a pensar que tardaría en encontrar empleo.

Y se equivocó, porque cuando menos lo esperaba, se enteró de que la Generalitat Valenciana necesitaba educadoras sociales como ella para trabajar en un centro de recuperación integral puesto en marcha de urgencia para atender a mujeres víctimas de violencia machista.

"Cuando me llamaron no me lo podía creer: es un trabajo de lo que yo he estudiado. Estoy súper contenta, con ganas de trabajar, de aprender y con una ilusión tremenda. El contrato es temporal pero creo que me puede abrir muchas puertas", explica a Efe.

Un "subidón" personal que contrasta mucho, dice, con el ánimo de las personas de su entorno, incluido su novio, ahora parado porque el gimnasio en el que él trabajaba ha cerrado por la COVID-19.

Alivio, más que alegría, sintió Amalia cuando encontró un nuevo trabajo como empleada doméstica el pasado 16 de marzo, diez días después de su despido. Vive con su hija y dos nietas, y su salario garantiza la supervivencia de toda la familia y que su hija pueda quedarse en casa con las niñas hasta que éstas vuelvan al colegio.

"Para mí era urgente poder trabajar porque las empleadas domésticas no tenemos derecho a paro. Tuve la suerte de que una pareja mayor me contrató. Me dieron guantes y mascarilla, me siento contenta y sin miedo en el trabajo", explica a Efe esta mujer que nació en Ecuador y lleva más de 20 años viviendo en Madrid.

El sector de los cuidados y la limpieza, los servicios funerarios o el agroalimentario son algunos en los que es posible encontrar un empleo: la funeraria pública de Madrid ha contratado en este tiempo a 35 personas, empresas de limpieza han publicado ofertas de empleo y las lavanderías que atienden a residencias y a hospitales tienen también alta demanda.

También ha habido contrataciones en los supermercados, pues se necesita más personal para controlar la higiene de los compradores y para suplir personal enfermo por el COVID-19. En el supermercado donde trabaja Rosa, de Puçol (Valencia),se han hecho cuatro nuevos.

"Me consta que varias personas respondieron que no querían trabajar, y no me extraña, porque tenemos riesgo de contagio", dice esta cajera que sabe que no tiene más remedio que "jugarse el tipo" aunque a ella, a diferencia de a los sanitarios, nadie la preparó para esto.

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